RELIGIÓN

La 'iglesia de las catacumbas' choca con la jerarquía checa

La iglesia de las catacumbas checa, compuesta por católicos que durante el régimen comunista tuvieron que vivir su liturgia en la clandestinidad, ha roto el silencio para reclamar un estatuto especial en la Iglesia católica. La jerarquía se niega a reconocer las consagraciones de 15 obispos y las 300 ordenaciones sacerdotales -entre ellas la de una mujer, Ludmila Javorova- que ese grupo hizo. Unos 60 de esos sacerdotes eran casados, y todos se vieron obligados a llevar una vida civil a la que ahora no quieren renunciar."Muchos hemos arriesgado la vida por la Iglesia", dice Jan K., de 60...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La iglesia de las catacumbas checa, compuesta por católicos que durante el régimen comunista tuvieron que vivir su liturgia en la clandestinidad, ha roto el silencio para reclamar un estatuto especial en la Iglesia católica. La jerarquía se niega a reconocer las consagraciones de 15 obispos y las 300 ordenaciones sacerdotales -entre ellas la de una mujer, Ludmila Javorova- que ese grupo hizo. Unos 60 de esos sacerdotes eran casados, y todos se vieron obligados a llevar una vida civil a la que ahora no quieren renunciar."Muchos hemos arriesgado la vida por la Iglesia", dice Jan K., de 60 años, ex obispo clandestino de Brno, "y hemos ido a prisión, no como buena parte de los clérigos oficiales, que colaboraron con el régimen. Tenemos el sentimiento de que la jerarquía nos ha engañado". El obispo, de Brno, Vojtech Cirkle, ha declarado que el Vaticano no puede aceptar más que una jerarquía.

El historiador Petr Fiala califica de "lamentable" que la jerarquía haya tenido "tal falta de tacto" y sugiere que quizá pretendía ganar tiempo, por la avanzada edad de los miembros de la Iglesia de las catacumbas.

Archivado En