González apoya a Barrionuevo el mismo día del careo en el Supremo
El ex ministro del Interior y diputado socialista José Barrionuevo recibió ayer la solidaridad del presidente Felipe González, coincidiendo con la celebración en el Tribunal Supremo de su careo, que concluyó en tablas, con el ex gobernador civil de Vizcaya Julián Sancristóbal. El juez instructor del caso GAL, Eduardo Móner, apreció idéntica firmeza en ambos comparecientes, que se mantuvieron en sus trece ofreciendo versiones contradictorias sobre el secuestro de Segundo Marey.
Hoy, el ex ministro del Interior entre 1982 y 1988 se someterá ante Móner a otro careo con Francisco Álvarez, e...
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El ex ministro del Interior y diputado socialista José Barrionuevo recibió ayer la solidaridad del presidente Felipe González, coincidiendo con la celebración en el Tribunal Supremo de su careo, que concluyó en tablas, con el ex gobernador civil de Vizcaya Julián Sancristóbal. El juez instructor del caso GAL, Eduardo Móner, apreció idéntica firmeza en ambos comparecientes, que se mantuvieron en sus trece ofreciendo versiones contradictorias sobre el secuestro de Segundo Marey.
Hoy, el ex ministro del Interior entre 1982 y 1988 se someterá ante Móner a otro careo con Francisco Álvarez, ex responsable de la lucha antiterrorista.Barrionuevo, en contra de lo afirmado por Sancristóbal, asegura que jamás autorizó telefónicamente, en la noche del 4 de diciembre de 1983, que se mantuviera en cautividad a Segundo Marey, a quien los secuestradores confundieron con el etarra
Mikel Lujúa. El ex ministro insistió a su salida en que nunca ordenó, autorizó o consintió acto delictivo alguno.
Al menos en dos ocasiones Sancristóbal acusó a Barrionuevo durante el careo de estar mintiendo. "Le he dicho que mentía cuando he visto que su versión faltaba a la verdad. Su posición no es verosímil", declaró a los periodistas,
El ex ministro achacó a Sancristóbal dudas y contradicciones en detalles concretos con las declaraciones de otros imputados en el caso GAL.
Asimismo, Barrionuevo negó la supuesta entrega por orden suya de un millón de francos por parte de Rafael Vera, entonces director de la Seguridad del Estado, para financiar el secuestro en Francia del que luego resultó ser Marey y no el etarra Lujúa. Páginas 17 y 19