Jordi Pujol, reelegido presidente de la Generalitat por mayoría simple

Jordi Pujol fue investido ayer por quinta vez presidente de la Generalitat de Cataluña, aunque esta vez por mayoría simple, como en su primer mandato. El candidato nacionalista recibió los 60 votos favorables de su grupo, Convergència i Unió. Socialistas, populares y republicanos se abstuvieron (63 votos) e Iniciativa per Catalunya se quedó sola en el no (11 votos). Hubo una ausencia. Pujol tuvo de someterse ayer a una segunda votación, ya que en la primera, el pasado jueves, necesitaba la mayoría absoluta, fijada en 68 votos.

El nuevo presidente reiteró ayer la voluntad de gobernar sin...

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Jordi Pujol fue investido ayer por quinta vez presidente de la Generalitat de Cataluña, aunque esta vez por mayoría simple, como en su primer mandato. El candidato nacionalista recibió los 60 votos favorables de su grupo, Convergència i Unió. Socialistas, populares y republicanos se abstuvieron (63 votos) e Iniciativa per Catalunya se quedó sola en el no (11 votos). Hubo una ausencia. Pujol tuvo de someterse ayer a una segunda votación, ya que en la primera, el pasado jueves, necesitaba la mayoría absoluta, fijada en 68 votos.

El nuevo presidente reiteró ayer la voluntad de gobernar sin pactos estables, al menos hasta que las legislativas de marzo despejen las incógnitas de quién y cómo gobernará en España, actitud que mereció las críticas de la oposición. Pujol hizo gala de una obligada humildad y ofreció diálogo y negociación a todos los grupos. El reelegido presidente anuncié su intención de reunirse con todos los líderes opositores a partir de la próxima semana, antes de nombrar nuevo Gobierno. La única novedad de ayer fue el cambio de voto de Esquerra Republicana, que el pasado jueves votó en contra, pero ayer se abstuvo. Su líder, Angel Colom, se esforzó por demostrar que le había arrancado a Pujol unas concesiones que 48 horas antes no había logrado.

La puerta que Colom creyó abierta no la vio prácticamente nadie más, ni siquiera en su grupo parlamentario, algunos de cuyos miembros no ocultaban su incomodidad por el cambio de voto. Pujol aceptó, a instancias de ERC, que el Parlamento creara vanas comisiones de estudio, entre otras cosas para estudiar la viabilidad de aplicar en Cataluña la fórmula del concierto económico y para estudiar la reforma del Estatuto de Autonomía.

Mejorar el Estatuto

Pujol precisó pese a todo que CiU sigue creyendo que el Estatuto actual no está agotado en sus potencialidades y que la renegociación de la fórmula de financiación actual aún puede dar buenos resultados. Colom no logró arrancar de Pujol el compromiso de que de las conclusiones de estos estudios se deriven iniciativas parlamentarias o de gobierno. La verdad es que Esquerra no quiso pasar el Rubicón y, a la hora de la verdad, situarse claramente en la oposición, junto a Iniciativa-Els Verds.El presidente del grupo parlamentario de IC, Rafael Ribó, se quedó solo en la oposición frontal al candidato y llamó a los demás partidos de izquierda a construir juntos una alternativa a Pujol. El líder de los socialistas, Joaquim Nadal, le replicó que la alternativa la construirían ellos solos, pero con vistas a las elecciones de dentro de cuatro años.

La imposibilidad de que cualquier candidato que no fuera Pujol pudiera formar gobierno le aconsejó adaptarse a las circunstancias y aprovechar que la oposición tiene mayoría en la Cámara para reforzar los mecanismos de control del Gobierno y para reconsiderar algunas de las iniciativas aprobadas en la etapa de mayoría absoluta de CiU.

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Especialmente incisivo estuvo. el portavoz del PP. Aleix Vidal-Quadras lamentó que Pujol no hubiera aceptado el jueves la oferta del PP de votarle en la primera vuelta de la investidura a cambio de estudiar antes de que terminara enero una política de alianzas, con quien quisiera, para garantizar un Gobierno estable, sin esperar a las elecciones de marzo.

Pujol se negó por un cálculo electoralista, según el popular, pero se ha equivocado porque en marzo tendrá un coste electoral "aún más grande": "Las últimas elecciones municipales fueron un aviso; las autonómicas, un disgusto; pero las generales, si usted sigue así, le asestarán el golpe definitivo". Como surgieron risas desde las bancas nacionalistas, Vidal-Quadras replicó: "Rían, rían, mientras puedan".

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