Pujol se siente traicionado por los socialistas tras el acuerdo de toda la oposición

Jordi Pujol se siente traicionado por los socialitas, a quienes señala con el dedo como principales responsables de que la oposición haya desplazado a CiU de la presidencia del Parlament. "El PSC ha cambiado de opinión", repitió ayer en varias ocasiones, aludiendo a que los socialistas habían sellado un pacto con los nacionalistas que a última hora han roto. El pacto garantizaba la presidencia de la Cámara a CiU a cambio de algunas concesiones.Pujol recibió por la tarde a Joaquim Nadal (PSC) y Angel Colom (ERC), por separado, y les cargó de reproches. Las reuniones fueron breves -15 minutos co...

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Jordi Pujol se siente traicionado por los socialitas, a quienes señala con el dedo como principales responsables de que la oposición haya desplazado a CiU de la presidencia del Parlament. "El PSC ha cambiado de opinión", repitió ayer en varias ocasiones, aludiendo a que los socialistas habían sellado un pacto con los nacionalistas que a última hora han roto. El pacto garantizaba la presidencia de la Cámara a CiU a cambio de algunas concesiones.Pujol recibió por la tarde a Joaquim Nadal (PSC) y Angel Colom (ERC), por separado, y les cargó de reproches. Las reuniones fueron breves -15 minutos con Nadal y 25 con Colom- y tormentosas. El lunes recibirá a los dos dirigentes opositores que faltan; Aleix Vidal-Quadras (PP) y Rafael Ribó (IC). A Nadal le echó en cara que no haya correspondido al apoyo prestado por CiU para que el PSOE conservara las presidencias del Congreso y del Senado tras perder la mayoría absoluta en 1993. A Colom, que haya llegado a acuerdos con el PP después de haber dicho que debía frenarse a la derecha españolista.

Por la mañana Pujol se había reunido con el secretario general de CDC, Miquel Roca, y con el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, dos de los tres negociadores que en nombre de la coalición habían estado conversando con la oposición. Pujol se les quejó de que no había recibido una información correcta de lo que podía pasar.

El acuerdo firmado por los cuatro grupos de oposición reparte los puestos en la Mesa del Parlament entre los cinco grupos parlamentarios, otorgando la presidencia a un socialista (es prácticamente seguro que será Joan Reventós). Anuncia una, reforma del reglamento para que el presidente de la Generalitat se someta con mayor asiduidad y rigor a las sesiones de control, reparte con mayor proporcionalidad las plazas de senadores autonómicos y garantiza el máximo pluralismo en el consejo de administración de la Corporación Catalana de Radio y Televisión.

Pujol criticó la formación de un frente de cuatro partidos contra uno y desoyó las explicaciones de Nadal y Colom de que el acuerdo sólo afecta a las instituciones parlamentarias, y en absoluto a la estabilidad y a la gobernabilidad. El líder nacionalista se negó a considerarse el inevitable candidato a la presidencia de la Generalitat, ya que, según él, existe una nueva mayoría, y replicó que debe ser el presidente de la Cámara quien haga el encargo: "Sería una descortesía, pero también una imprudencia considerarme el candidato".

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