Perote quita credibilidad a su informe sobre la muerte de la etarra Lucía Urigoitia

El antiguo jefe operativo del Cesid Juan Alberto Perote restó ayer credibilidad al informe elaborado por él mismo que da cuenta de la manipulación de las pruebas judiciales en el caso de Lucía Urigoitia, la activista de ETA muerta en un tiroteo con la Guardia Civil en 1987. En su comparecencia ante el Juzgado de Instrucción número 2 de San Sebastián, que investiga el caso, el ex jefe del Cesid, actualmente en prisión preventiva por la jurisdicción militar, trató de difiminar la significación de su escrito indicando que el informe recogía en realidad datos no contrastados suministrados por una ...

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El antiguo jefe operativo del Cesid Juan Alberto Perote restó ayer credibilidad al informe elaborado por él mismo que da cuenta de la manipulación de las pruebas judiciales en el caso de Lucía Urigoitia, la activista de ETA muerta en un tiroteo con la Guardia Civil en 1987. En su comparecencia ante el Juzgado de Instrucción número 2 de San Sebastián, que investiga el caso, el ex jefe del Cesid, actualmente en prisión preventiva por la jurisdicción militar, trató de difiminar la significación de su escrito indicando que el informe recogía en realidad datos no contrastados suministrados por una de las fuentes de los servicios.El gesto apático que mostró a su llegada al Palacio de Justicia de San Sebastián, pasadas las diez y media de la mañana, indujo ya a pensar que el coronel abordaba su comparencia judicial con la actitud de quien se dispone a cumplimentar un mero trámite. A lo largo de la comparecencia, prolongada por espacio de una hora, Perote únicamente admitió haber redactado un informe "similar" al que figura en la fotocopia de que dispone el juzgado, negándose incluso a reconocer como su firma la que figura al pie de la copia.

De igual manera soslayó todos y cada uno de los intentos para que identificara al supuesto autor de las falsificaciones cuyo nombre aparece emborronado en la copia disponible. Según informaciones publicadas en su día por este mismo periódico, ese nombre no es otro, que el del entonces capitán Pindado, de la Guardia Civil. Las lagunas en una, memoria evidentemente muy flaca y el recurso al "secreto obligado" completaron ayer la actuación del antiguo número dos del Cesid.

Por decisión del juez Justo Rodríguez, Perote declaró finalmente en calidad de inculpado, y no como testigo, para evitar que el ex responsable del Cesid pudiera encontrarse en una situación de indefensión jurídica. Al término de la comparecencia, el abogado de la acusación particular Iñigo Iruin. criticó ásperamente el hecho de que el juez no hubiera atendido su petición de volver a reclamar al Cesid la microficha con el documento original que los nuevos responsables del servicio se negaron a facilitar meses atrás al juzgado donostiarra. Según Iruin, el no poder contar con el informe original facilitó ayer enormemente la táctica defensiva del coronel Perote. El letrado dijo que existe "una confluencia de intereses" entre el Gobierno y el ex jefe del Cesid, ya que, indicó, mientras los nuevos responsables de ese servicio se niegan a facilitar los datos a la justicia, Perote resta credibilidad a sus propios informes.

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