GENTE

PINTURA DE CERDO

Hermann Nitsch, el activista y pintor más conocido de Austria, derramó 180 litros de sangre de cerdo y bebió varios litros en la plaza Schwarzenberg de Viena, frente a la Embajada de Francia y la convirtió en un espacio fétido con características de matadero. Según el artista, ésa es su forma de protestar contra las pruebas atómicas de Francia en el atolón de Mururoa. Funcionarios de la Embajada francesa, voluntarios de Greenpeace, periodistas y algunos curiosos no pudieron escapar y quedaron impresentables con manchas rojas y con un hedor insoportable. Sobre un enorme lienzo blanco propor...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Hermann Nitsch, el activista y pintor más conocido de Austria, derramó 180 litros de sangre de cerdo y bebió varios litros en la plaza Schwarzenberg de Viena, frente a la Embajada de Francia y la convirtió en un espacio fétido con características de matadero. Según el artista, ésa es su forma de protestar contra las pruebas atómicas de Francia en el atolón de Mururoa. Funcionarios de la Embajada francesa, voluntarios de Greenpeace, periodistas y algunos curiosos no pudieron escapar y quedaron impresentables con manchas rojas y con un hedor insoportable. Sobre un enorme lienzo blanco proporcionado por Greenpeace vertió varios cubos Henos de sangre. Poco después arrojó a una alcantarilla varias docenas de kilos de pescado, mezclándolos con el mencionado líquido, y a algunos deleitados voluntarios que se dejaron crucificar durante la acción les cubrió de sangre el rostro, especialmente la boca, con sus manazas inmundas. El jefe de la diplomacia francesa en Austria, André Lewin, dijo que apreciaba la obra del pintor, pero que "la única sangre derramada en relación con las pruebas atómicas fue la de los cerdos traída por Nitsch".-

Archivado En