Reportaje:

Una avioneta para el concejal

La Policía Local de Móstoles 'inventa' formas de protesta para exigir mejoras

"Yo también quiero una avioneta". Así dicen que respondió el concejal de Hacienda de Móstoles (199.400 habitantes) Alfonso García, cuando los representantes sindicales de la Policía Municipal fueron a pedirle hace dos semanas más medios materiales y los mismos sueldos que el resto de trabajadores del Ayuntamiento (véase El País Madrid del pasado domingo).Esta frase desencadenó una guerra de los polis contra el Ayuntamiento, que hoy mismo puede endurecerse. La primera batalla se libró hace una semana, cuando los agentes comenzaron a patrullar a pie por las calles porque se negaban a coge...

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"Yo también quiero una avioneta". Así dicen que respondió el concejal de Hacienda de Móstoles (199.400 habitantes) Alfonso García, cuando los representantes sindicales de la Policía Municipal fueron a pedirle hace dos semanas más medios materiales y los mismos sueldos que el resto de trabajadores del Ayuntamiento (véase El País Madrid del pasado domingo).Esta frase desencadenó una guerra de los polis contra el Ayuntamiento, que hoy mismo puede endurecerse. La primera batalla se libró hace una semana, cuando los agentes comenzaron a patrullar a pie por las calles porque se negaban a coger los coches oficiales que no han pasado la ITV o no tienen el seguro en regla. "Si se produce una emergencia durante esta movida usaremos nuestros vehículos particulares", dijeron los municipales.

La siguiente medida fue "aguarle el desayuno" al concejal de Hacienda que les niega sus peticiones. Armados con una pancarta, silbatos, tambores e incluso bocinas de las que se usan en los campos de fútbol, medio centenar de policías organizaron el martes una pitada de media hora frente a las puertas del Centro Cultural de la Villa, donde el edil tomaba un café. Mientras esperaban a que saliera, un grupo de agentes se trasladó al banco para cambiar un billete de 1.000 pesetas en monedas, que. después utilizarían como "artillería" contra el "concejal enemigo". Cuando éste abandonó el centro, las pitadas se hicieron ensordecedoras, la pancarta comenzó a seguirle, llovieron monedas de peseta y varios municipales con los brazos en cruz simulando una avioneta sobrevolaron su camino.

El espectáculo hizo que decenas de personas salieran a las puertas de los bares cercanos para averiguar de dónde procedía el ruido y que multitud de trabajadores del Ayuntamiento se agolparan en las ventanas del edificio consistorial para presenciar el acto. Algunos políticos se vieron envueltos en el jaleo, entre ellos el propio alcalde, que atravesó rápidamente la calle para introducirse en el coche oficial que le trasladaría a una reunión en Parla. Atrás dejaba a su responsable de Hacienda "solo ante el peligro", y al de Seguridad Ciudadana, que trataba de poner paz en el asunto. Sin embargo, los policías ya están pensando en copiar la fórmula del oso antimoroso de la capital. "Construiremos una avioneta que perseguirá al concejal a todas partes", manifestaron los agentes.

Mientras que eso llega, han instalado una urna a las puertas del Ayuntamiento con un cartel en el que piden donativos para comprar el pequeño aeroplano al edil de Hacienda, "una broma de mal gusto según el propio edil, Alfonso García.

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