Jubilados a la sombra del Barça
RAFAEL CARBONELLSon pocos pero fieles. De los 1000 afiliados que integran la masa social del Sant Andreu, el equipo de fútbol del popular barrio barcelonés que milita en la Segunda División B, la mitad son jubilados. Las dos peñas del equipo que sobreviven apenas suman, entre las dos, dos centenares de seguidores cuya media de edad supera los 50 años. Una cruda perspectiva de futuro para un histórico del fútbol que en la década de los cincuenta y setenta alternó en la división de plata del fútbol español con un capital social de 6.500 afiliados. De entonces queda el campo, un escenario con 17....
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RAFAEL CARBONELLSon pocos pero fieles. De los 1000 afiliados que integran la masa social del Sant Andreu, el equipo de fútbol del popular barrio barcelonés que milita en la Segunda División B, la mitad son jubilados. Las dos peñas del equipo que sobreviven apenas suman, entre las dos, dos centenares de seguidores cuya media de edad supera los 50 años. Una cruda perspectiva de futuro para un histórico del fútbol que en la década de los cincuenta y setenta alternó en la división de plata del fútbol español con un capital social de 6.500 afiliados. De entonces queda el campo, un escenario con 17.500 asientos.
Cuentan estos jubilados, estos pensionistas, que el fútbol de barriada está en retroceso debido al cambio espectacular que ha experimentado la sociedad en todos sus aspectos y a la gran variedad de actividades de ocio que han surgido. Los jóvenes del barrio no se sienten identificados con el equipo de la barriada absorbidos p9r la ascendencia del fenómeno Barça.
El Sant Andreu, que en 1983 celebró su bodas de platino, también ha sido víctima del desarrollo urbanístico de Barcelona. El club ha sufrido un sinfín de crisis económicas y deportivas, pero sobrevive: con algún que otro mecenas, como el vicepresidente azulgrana Joan Gaspart, pero con la ayuda del pueblo.