La voz de los pobres sonó tímidamente en la ONU

La celebración del 50º aniversario concluye con la promesa de atender a los países más desprotegidos

Cuando el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton -que como acto final mantuvo el martes un encuentro con el presidente chino Jiang Zemin, de cuyo contenido nada se supo-, abrió el domingo pasado la sesión especial para celebrar el 50º aniversario de las Naciones Unidas, el salón de la Asamblea General estaba repleto. Todos los funcionarios ocupaban sus posiciones y todos los periodistas escuchaban con atención. Cuando, dos días después, habló el representante de la isla Granada sólo le escucharon los traductores y los miembros de su. delegación presentes en la sala de sesiones.En esta orga...

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Cuando el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton -que como acto final mantuvo el martes un encuentro con el presidente chino Jiang Zemin, de cuyo contenido nada se supo-, abrió el domingo pasado la sesión especial para celebrar el 50º aniversario de las Naciones Unidas, el salón de la Asamblea General estaba repleto. Todos los funcionarios ocupaban sus posiciones y todos los periodistas escuchaban con atención. Cuando, dos días después, habló el representante de la isla Granada sólo le escucharon los traductores y los miembros de su. delegación presentes en la sala de sesiones.En esta organización, creada para favorecer un mundo más igualitario, se presta todavía muy poca atención a los países humildes, que a penas tienen que conformarse con que sus quejas sean registradas ritualmente en los documentos oficiales de la organización.

Las voces de los paises pequeños y pobres son, en la mayoría de las ocasiones, más realistas y profundas que los discursos vacíos de los poderosos, pero son éstos los que aparecen en los medios de comunicación.

Entre los fastos de las grandes celebraciones que, concluyeron el pasado martes en Nueva York ha pasado desapercibida, por ejemplo, la advertencia del primer ministro de Jamaica, Percival Patterson: "Mil millones de personas en el mundo todavía sufren la extrema pobreza. La desesperación y la frustración en su lucha diaria por la supervivencia conduce con frencuencia a conflictos, impide la cohesión social y resulta en explosiones violentas".

La declaración final de esta reunión del 50º aniversario promete para el siglo XXI "unas Naciones Unidas equipadas, financiadas y comprometidas para servir preferentemente a los pueblos, en cuyo nombre se creó... especialmente a aquellos que sufren y que están desprotegidos".Pero esos pueblos desprotegidos han escuchado esas palabra en otras ocasiones, y aunque creen en el proyecto de las Naciones Unidas tanto o más que los países ricos, piden reforma radicales y rápidas para alcanza los bellos propósitos de la Carta fundacional de esta organización.

"Los Estados pequeños, por necesidad propia de supervivencia, son usualmente más creativos. Esa creatividad podría se mejor utilizada si se nos respetara el derecho a una participación más justa en todos los órganos principales de las Naciones Unidas", dijo el presidente de El Salvador, Armando Calderón. "Es necesario democratizar las relaciones internacionales ampliando la autoridad de la Asamblea General, el cuerpo verdaderamente representativo de las Naciones Unidas", pidió el prime ministro de Nepal, Sher Bahadu Deuba.

Los países pequeños expusieron reivindicaciones nuevas y defendieron interpretaciones diferentes sobre el respeto de los derechos humanos. "Una gran parte de la población de Bangladesh es empujada hacia el precipicio de la pobreza y la destrucción. Esto constituye una grave violación de los derechos humanos y de la justicia", afirmó el primer ministro de esa nación, Begum Jaleda Zia.

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"Creemos que las restricciones discriminatorias vigentes e la economía y el comercio no contribuyen al propósito de la seguridad universal", recordó el presidente de Tayikistán, Emomali Rajmonóv.

Avances

Algunos anotaron los avances registrados: "En el pasado, en mi país, la libertad estaba prohibida; hoy hay cientos de periódicos independientes y se practica la tolerancia por excelencia", dijo el presidente de Albania, Sali Berisha. Otros destacaron los desequilibrios. "El abismo entre la naciones desarrolladas y las subdesarrolladas es hoy más grande de lo que era antes", afirmó el representante de Myanmar, Maung Aye.Muchos de los gobernante que hablaron ante la Asamblea General en nombre de los países pobres dirigen regímenes dictatoriales o escasamente escrupulosos en el cuidado de los derechos del hombre. En cierta medida sus palabras eran la justificación para continuar con su prácticas totalitarias, pero es no oculta la parte de verdad que existe en su transfondo. "La democracia y los derechos humanos son difíciles de aplicar en sociedades subdesarrolladas que padecen de la pobreza, el hambre y el analfabetismo", declaró presidente de Guinea Ecuatoria Teodoro Obiang.

"Se han producido avances significativos en el mundo, pero es doloroso señalar que eso avances están limitados a las naciones del norte; todavía falta por ver el impacto en los países pobres del sur", dijo el jefe de Estado de Sierra Leona, Valentine Strasser.

"Déjenme recordarles", dijo el presidente de Filipinas, Fidel Ramos, "que las Naciones Unidas fueron creadas desde su principio para mejorar la calidad de vida de los pueblos en una mayor libertad. Hasta ahora n ha quedado claro que las Naciones Unidas hayan servido par cumplir ese objetivo en los país pobres".

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