Rechazo vecinal a la autovía de la Dehesa de la Villa

El pulmón verde de la zona noroeste corte peligro. Por esta razón, alrededor de un millar de personas se manifestó ayer en contra de la autovía que partirá en dos el parque de la Dehesa de la Villa (distrito de Moncloa). Este proyecto está dibujado en el nuevo plan de ordenación urbana presentado por el Ayuntamiento.Un miembro de la plataforma de oposición a la autovía, Agustín Hernández, arquitecto de 42 años, explicaba plano en mano a los vecinos del barrio el trazado de la 0bra. La pista -dos carriles por sentido- discurrirá por el eje de la calle de Sinesio Delgado; a su paso por el Cerro ...

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El pulmón verde de la zona noroeste corte peligro. Por esta razón, alrededor de un millar de personas se manifestó ayer en contra de la autovía que partirá en dos el parque de la Dehesa de la Villa (distrito de Moncloa). Este proyecto está dibujado en el nuevo plan de ordenación urbana presentado por el Ayuntamiento.Un miembro de la plataforma de oposición a la autovía, Agustín Hernández, arquitecto de 42 años, explicaba plano en mano a los vecinos del barrio el trazado de la 0bra. La pista -dos carriles por sentido- discurrirá por el eje de la calle de Sinesio Delgado; a su paso por el Cerro de los Locos se esconderá; unos metros más adelante -en la calle de Franciso Moreno- habrá un paso a nivel, y acabará en el punto más bajo de la calle de Pablo Iglesias.

Terminada la exposición, un vecino preguntó: "¿De verdad hay tanto tráfico para que destrocen todo esto?". La respuesta de Hernández fue rotunda. "No. El único fin es aislar la Ciudad Universitaria". Y es que el cemento de la autovía, además de comerse el césped del parque, separará la Dehesa de la Villa del campus de la Complutense.

Contra el hurto del espacio verde también se alzaron ayer un grupo de profesores y alumnos de los colegios mayores de esta universidad. "No vamos a soportar el impacto medioambiental y de seguridad vial de una autovía que estará pegada a las ventanas de varias viviendas", explicó Antonio Benítez.

Ataviados con prendas deportivas, los vecinos del barrio protestaron por el deterioro de la Dehesa de la Villa. Los mayores quieren seguir bebiendo agua en la fuente de La Tomasa, uno de los lugares más recoletos y agrestes, por el que pasará un tramo de la autovía. Desde hace más de 30. años, Pilar Fernández, de 62 años, y su marido, Pablo Garcés, de 66, corren todas las mañanas por la dehesa. "Es lo mejor que tenemos y se lo van a cargar. Con lo sano que es tener zonas verdes. Hace años que no tengo ni un catarro y se lo debo a este parque", decía el hombre.

Los padres de familia esperan que los niños no tengan que jugar sobre el asfalto. Era el deseo ayer de Pilar Benito, de la mano de sus dos hijos, Víctor de ocho años, y Virginia, de nueve. "Me gusta que mis hijos respiren aire puro y estén en contacto con la naturaleza. Es lo más sano que tenemos en Madrid".

Otro vecino, Francisco García, de 70 años, decía: "Estamos bien así. Ni queremos ni necesitamos una autovía".

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