Tribuna:

Resistencia

El mercado de valores continúa haciendo de su evolución diaria una cuestión le sentimiento, hasta el punto de que el nivel del 300% está pasando de ser algo psicológico a convertirse en una barricada frente a las adversidades. La actuación de los inversores se limita a picotear en unos cuantos valores, pero sin que el plazo exceda el horario del mercado, con que toda la responsabilidad del mantenimiento de las cotizaciones corre cargo de los cuidadores.La contratación de esta jornada fue de 20.900 millones de pesetas efectivas, una cifra neutra que da cuenta de la inestabilidad que registraban...

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El mercado de valores continúa haciendo de su evolución diaria una cuestión le sentimiento, hasta el punto de que el nivel del 300% está pasando de ser algo psicológico a convertirse en una barricada frente a las adversidades. La actuación de los inversores se limita a picotear en unos cuantos valores, pero sin que el plazo exceda el horario del mercado, con que toda la responsabilidad del mantenimiento de las cotizaciones corre cargo de los cuidadores.La contratación de esta jornada fue de 20.900 millones de pesetas efectivas, una cifra neutra que da cuenta de la inestabilidad que registraban ayer todos los mercados financieros. La deuda sufrió un ligero repunte en su rentailidad, al tiempo que la peseta perdía terreno de la mano del dólar frente a esta moneda y el marco alemán.

Los mercados exteriores tampoco hicieron un alarde sobre su visión del futuro, limitándose a sumar o descontar pequeñas cantidades, resultado del cual no puede extraerse conclusión alguna.

El índice general de Madrid terminó la sesión en el 300%, en lo que parece un complicado ejercicio de puntería. La pérdida fue del 0,36%, exactamente igual a la del Ibex 35.

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