Ovación a Portillo al apelar a la independencia militar británica en el congreso "tory"

El ministro de Defensa británico demostró ayer de nuevo su tirón populista. Michael Portillo arrancó los aplausos más intensos que se han escuchado, y probablemente se escucharán, en el congreso tory, que ayer inició su andadura oficial en Blackpool. Con los ánimos caldeados por la sucesión de malas noticias que ha recibido el partido los últimos días, Portillo encontró perfecto amarre oratorio en las críticas a Europa. Refiriéndose a la cuestión de una defensa europea común, el joven ministro, adalid de la extrema derecha conservadora, clamó desafiante: "El Reino Unido no quiere que Bruse...

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El ministro de Defensa británico demostró ayer de nuevo su tirón populista. Michael Portillo arrancó los aplausos más intensos que se han escuchado, y probablemente se escucharán, en el congreso tory, que ayer inició su andadura oficial en Blackpool. Con los ánimos caldeados por la sucesión de malas noticias que ha recibido el partido los últimos días, Portillo encontró perfecto amarre oratorio en las críticas a Europa. Refiriéndose a la cuestión de una defensa europea común, el joven ministro, adalid de la extrema derecha conservadora, clamó desafiante: "El Reino Unido no quiere que Bruselas le diga cuándo debe luchar y cuándo no".La sesión oficial del congreso -que se inició, como en el caso del Partido Laborista, con una ceremonia religiosa contó con dos intervenciones esenciales, la del propio Portillo, y la del ministro de Exteriores, Malcolm Rifkind. Mientras la de este último fue moderada, especialmente de tono, sin novedades con relación a la línea que el propio ministro enunció al tomar posesión de su cargo el verano pasado, la de Portillo enardeció a las masas. No sólo fue su descalificación de una política de defensaconjunta una idea absurda", Según el ministro lo que resultó del agrado de sus compañeros de partido. La visión de Portillo de un Ejército británico dotado con armamento de alta calidad internacional llenó de optimismo a la audiencia de delegados del partido.

Pero Michael Portillo, niño mimado del thatcherismo, tuvo ayer un fuerte rival en su ex colega de Gabinete y único contendiente de John Major en la batalla por el liderazgo tory, John Redwood, quien con dos intervenciones estelares -una por la mañana y otra por la noche- demostró ser uno de los políticos con más gancho de su partido. Un previsible síntoma de que la deserción. del izquierdista moderado Alan Howarthse saldará con un fortalecimiento A la derecha. La última mala noticia para los conservadores. es de orden económico. La empresa Tate & Lyle, uwgigante en el mundo de las azucareras, ha decidido-ro ducir la donación anual al par tido de John Major. Fascinados por Tony Blair, los directivos de Tate han decidido por pri mera vez en la historia girar un cheque de 7.500 libras (1,5 mi llones de pesetas) al Partido La borista y rebajar la asignación a los conservadores de 25.000 a 15.000 libras.

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