Perote afirma que Manglano e Interior fueron informados de las acciones de los GAL

El coronel Juan Alberto Perote, ex responsable de la Agrupación Operativa del Cesid, declaró ayer ante el juez Baltasar Garzón que su antiguo jefe, el general Emilio Alonso Manglano, y los responsables del Ministerio del Interior estuvieron permanentemente informados de las actividades de los GAL. Perote, según fuentes que presenciaron el interrogatorio, se acogió a su derecho a no declarar en algunas ocasiones, como por ejemplo para no delatar a su informador. De éste dijo únicamente: "Es alguien que mantiene relaciones profesionales con quienes podían dar órdenes y ejecutarlas en los GAL"....

El coronel Juan Alberto Perote, ex responsable de la Agrupación Operativa del Cesid, declaró ayer ante el juez Baltasar Garzón que su antiguo jefe, el general Emilio Alonso Manglano, y los responsables del Ministerio del Interior estuvieron permanentemente informados de las actividades de los GAL. Perote, según fuentes que presenciaron el interrogatorio, se acogió a su derecho a no declarar en algunas ocasiones, como por ejemplo para no delatar a su informador. De éste dijo únicamente: "Es alguien que mantiene relaciones profesionales con quienes podían dar órdenes y ejecutarlas en los GAL".

El ex agente secreto aseguró que la información que se obtenía, tanto de ETA como de los GAL, siempre era transmitida al director del Cesid, Emilio Alonso Manglano, y que, en las reuniones de la escala de mando, había siempre un responsable de la lucha antiterrorista, por lo que también estaba informado el Ministerio del Interior.Perote no lo especificó, pero dió a entender que la información recabada por elementos del Cesid en el sur de Francia sobre miembros de ETA era comunicada a Manglano y después pasaba a Interior, desde donde se hacía llegar a los GAL para que la ulilizasen en sus operaciones.

El militar aludió a seguimientos de personas concretas, como Mikel Lujua -el miembro de ETA al que los mercenarios Mohand Talbi y Jean Pierre Echalier tenían que haber secuestrado en lugar de Segundo Marey- y Pedro Ansola Larrañaga, Peio el Viejo; así como a algún otro militante destacado de ETA en aquellas fechas que fue objeto de un atentado. Perote no llegó a precisar la identidad de este etarra, aunque fuentes jurídicas destacaron ayer que es difícil facilitar ese tipo de datos sin que te caigan enseguida 30 años de cárcel.

Papeles de la guerra sucia

Perote, encarcelado por el juez militar Jesús Palomino por haber sustraído 1.500 microfichas cuando fue apartado del Cesid, en noviembre de 1991, dijo ayer que el servicio de espionaje tuvo cuatro o cinco documentos relacionados con los GAL y muchos otros referidos a la guerra sucia. No obstante, no aportó ningún documento al juez Garzón.

Relató cómo, en octubre de 1984, el Cesid elaboró un informe en el que se desglosaba toda la información que se había obtenido en la denominada Operación Sur de Francia, en relación con ETA y los GAL. Nunca, dijo Perote, ha habido una investigación expresa del Cesid sobre los atentados de los GAL.

Sobre la nota de despacho que el propio Perote elevó a Manglano el 28 de septiembre de 1983, el ex jefe de la Agrupación Operativa puntualizó que en la misma se mencionaba expresamente que las acciones contra ETA que iban a comenzar en el sur de Francia iban a tener carácter armado y las realizarían mercenarios y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado.

Como novedad, Perote dijo que la Dirección de la Seguridad del Estado -ocupada, sucesivamente, por Rafael Vera y Julián Sancristóbal- le encargó que buscase armamento ilegal, a través del mercado negro o los servicios secretos de países como Líbano, Afganistán o Portugal. Según el militar, el encargo se produjo entre 1983 y 1987, los años en que actuaron los GAL, si bien nunca llegó a cumplimentarlo. También precisó que el Cesid no dispone de armamento de ningún tipo.

Perote fue preguntado de nuevo por el atentado contra la cafetería del hotel Monbar, de Bayona, ocurrido el 25 de septiembre de 1985, en el que murieron cuatro etarras, y que es la acción de los GAL que trata de esclarecer Garzón. Pero el coronel, que declaraba como imputado, dijo que de ese atentado sabían más los abogados presentes que él.

A diferencia de su declaración del pasado 4 de julio, Perote no mencionó al general Enrique Rodríguez Galindo, ex jefe del cuartel de Intxaurrondo, con el que, según dijo, mantuvo numerosos contactos en la etapa en la que ocurrió el atentado al Monbar.

Cuarta declaración

Esta es la cuarta vez que Perote declara ante Garzón. La primera se produjo el 4 de julio, en calidad de testigo y su colaboración se ciñó a aquellos temas que no resultaban comprometidos para él. Cuando no quiso contestar por si la respuesta podía depararle algún tipo de responsabilidad, Garzón lo declaró imputado. Un mes después, Perote declaró ante Garzón que elaboró el acta fundacional de los GAL por orden de Manglano.

La tercera vez fue el 5 de septiembre. Perote dijo que Manglano le encargó un informe sobre la guerra sucia contra ETA y que el 28 de septiembre de 1983 entregó a Manglano una nota de despacho advirtiendo del inicio de acciones terroristas de mercenarios y policías contra ETA, adelantándose a los planes del Cesid. Manglano escribió: "Me lo quedo. Pte. para el viernes" y Perote interpretó Pte. como presidente. Manglano afirmó que nunca había despachado sobre los GAL con González y aclaró que Pte. significaba pendiente.

El 6 de septiembre se produjo un careo entre Perote y Manglano en el que ambos se mostraron firmes. Perote afirmaba que Manglano le ordenó a principios de 1985 que fabricase un sello de caucho con el anagrama de los GAL y se lo entregase a Interior. Añadió que así lo hizo y que se lo dio a Francisco Álvarez, entonces Mando único de la Lucha Contraterrorista. Manglano dijo que no recordaba esa orden.