El franco, azotado por la crisis política, se desploma y lleva la inquietud a los mercado

Los mercados vivieron ayer por la mañana un buen susto propiciado por los ataques sufridos por el franco que provocaron que el Banco de Francia adoptara medidas de emergencia para defender su moneda. Lo que se adivinaba como una nueva tormenta monetaria, que al final no llegó a producirse, arrastró por la mañana a las Bolsas europeas que sufrían considerables pérdidas. La apertura de Nueva York al alza y la intervención de las autoridad monetaria francesa pusieron orden en unos mercados que, en su mayoría, llegaron a recuperarse. La Bolsa de Madrid, cayó 3,96. puntos (un 1,32%). La peseta prác...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los mercados vivieron ayer por la mañana un buen susto propiciado por los ataques sufridos por el franco que provocaron que el Banco de Francia adoptara medidas de emergencia para defender su moneda. Lo que se adivinaba como una nueva tormenta monetaria, que al final no llegó a producirse, arrastró por la mañana a las Bolsas europeas que sufrían considerables pérdidas. La apertura de Nueva York al alza y la intervención de las autoridad monetaria francesa pusieron orden en unos mercados que, en su mayoría, llegaron a recuperarse. La Bolsa de Madrid, cayó 3,96. puntos (un 1,32%). La peseta prácticamente no se movió con el dólar y el marco. La divisa estadounidense se mantuvo débil.

Los rumores, desmentidos oficialmente, de una próxima dimisión del Gobierno del primer ministro Alain Juppé, salpicado por posible corrupción, y la inquietud sobre la salud de las finanzas galas cayeron ayer como un plomo sobre la cotización del franco, que se fue a su nivel más bajo de los últimos tres meses. Llegó a cotizar a 3,52 unidades por marco frente a 3,4682 del cierre del jueves, y terminó la jornada en Londres a 3,51, después de que el Banco de Francia adoptara medidas de emergencia.El banco emisor suspendió las operaciones de cinco a 10 días y abrió la ventanilla de urgencia para un plazo de 24 horas a un tipo de interés fijo del 6,5%. El banco, que ya había adoptado las mismas decisiones el pasado 8 de marzo, intentó drenar liquidez en el sistema, y frenar así el ataque contra su divisa que, al tiempo, provocaba una fuerte caída en la Bolsa de París de hasta el 2,5%.

Otras monedas

El mercado de valores, alentado por la mayor tranquilidad monetaria que acarrearon las medidas del banco emisor y, sobre todo, por la apertura al alza de la Bolsa de Nueva York, se recuperó y ganó al cierre un 0,5%. No ocurrió lo mismo con la Bolsa de Madrid que perdió el nivel del 300 y cerró su índice general en 297,69 puntos. Londres cayó un 0,5% y Francfort un 1,7%.

Pese al susto matinal, la peseta se mantuvo frente al marco al cerrar a 86,80 (86,60 el jueves) y frente al dólar con el que cerró a 123,50 pesetas, en el entorno de la víspera.

La moneda norteamericana se mantuvo estable dentro de su debilidad. Con el marco cerró a 1,4250 (1,4200 el jueves) y con el yen a 100,48, después de nuevas intervenciones del Banco de Japón en el nivel de los 99 yenes por dólar.

Los mercados cerraron la semana en un ambiente de tensa calma y a la expectativa de lo que este fin de semana pueda acordar en Washington el Grupo de los Siete (los países más ricos del mundo) sobre el dólar. Igualmente, se espera la reunión entre el ministro de Finanzas alemán, Theo Wagel, y su colega francés, Jean Arthuis, también en Washington con motivo dé la asamblea del FMI, para tratar sobre la moneda única.

Parece una hipótesis poco probable una moneda única europea que no contara con Francia, pero a los mercados no les ha gustado las declaraciones alarmistas de Juppé quien, el pasado miércoles, afirmó que las finanzas públicas francesas se encuentran en situación de "peligro nacional", y que si Francia no está preparada en 1997-1998 para participar en la moneda única "se descolgará del pelotón de cabeza y se unirá a los países de moneda débil".

La huelga convocada por cinco millones de funcionarios franceses para el próximo día 10 en petición de más salario es un. pulso que siguen minuto a minuto los mercados, que ven en el conflicto un verdadero test para calificar la voluntad del Gobierno de Juppé de cortar el gasto público.

Algunos operadores creen que la caída del franco podría rebrotar la semana próxima hasta ver el resultado de esa huelga. Otros, sin embargo, ponen más atención a la reunión del G-7 (Japón, Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Italia y Gran Bretaña) sobre el dólar. Un fortalecimiento del billete verde redundaría en una mejor situación del franco, y otras monedas periféricas, frente al marco.

Robert Rubin, secretario del Tesoro de EE UU, reiteró ayer el interés de su país por un dólar fuerte, pero entre los analistas no se espera más allá de un débil comunicado conjunto del G-7, si acaso, apoyando la moneda norteamericana. Los datos de empleo dados a conocer ayer en EE UU no son buenos, y ello hace suponer que no será fácil trasladar a la realidad los deseos de un dólar más fuerte.

Sobre la firma

Archivado En