TRIBUNALES

Tribunal una islámico condena a muerte una adolescente que mató a su violador

En una acción que promete desatar nuevamente la furia de Manila, un tribunal de los Emiratos Arabes Unidos (EAU) condenó ayer a muerte a una adolescente filipina, empleada de hogar, acusada de matar a su patrón tras un intento de violación.

Según informaciones procedentes de Al-Ain, el tribunal islámico anuló, sin explicación, una sentencia previa de siete años de prisión después de decretar en junio pasado que la joven empleada, Sarah Balabagán, había sido violada por Almas Mohammed al-Balushi, de 85 años, y que actuó en defensa propia. En esa instancia incluso se ordenó el pago de...

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En una acción que promete desatar nuevamente la furia de Manila, un tribunal de los Emiratos Arabes Unidos (EAU) condenó ayer a muerte a una adolescente filipina, empleada de hogar, acusada de matar a su patrón tras un intento de violación.

Según informaciones procedentes de Al-Ain, el tribunal islámico anuló, sin explicación, una sentencia previa de siete años de prisión después de decretar en junio pasado que la joven empleada, Sarah Balabagán, había sido violada por Almas Mohammed al-Balushi, de 85 años, y que actuó en defensa propia. En esa instancia incluso se ordenó el pago de compensación económica para la filipina.

Pero la nueva sentencia dice que la joven no fue violada y que mató a Al-Balushi con 34 puñaladas. Los propios testimonios de los médicos que examinaron a la muchacha tras el incidente ofrecieron resultados contradictorios. Mientras uno aseguraba que había pruebas claras de que había sido agredida, otro negó que hubiera pruebas determinantes de una violación.

Por el momento no se ha fijado fecha para la ejecución por fusilamiento. Su abogado defensor anunció una apelación para los próximos días. En el momento de conocer el nuevo veredicto, Sarah Balabagán rompió a llorar y exclamó: "es injusto. Lo único que hice fue defenderme".

El caso de Sarah Balagán se ha convertido en una "causa célebre" en las Filipinas, tras el furor que provocó la ejecución de su compatriota Flor Contemplación, en Singapur, hace siete meses.

El gobierno de Manila, país con más de cuatro millones de trabajadores fuera de sus fronteras, está intentado salvar la vida de Balabagán con el apoyo de las aproximadamente 20.000 empleadas domésticas filipinas que trabajan en los emiratos árabes del golfo, a menudo bajo condiciones crueles y humillantes. El propio presidente filipino ha pedido clemencia para la joven empleada doméstica, que pertenece a la minoría musulmana de Filipinas.

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