Cartas al director

Peligro

Soy un viajero asiduo a Madrid y uno de los placeres que más saboreo en esta ciudad es la visita al Museo del Prado, joya donde las haya entre las pinacotecas de todo el mundo. El caso es que durante mi última visita, hace unas semanas, asistí a un pequeño pero significativo suceso, que paso a comentarle. Llegaba yo al paseo del Prado procedente de la estación de Atocha y subí en di rección al museo por la acera donde, se encontraba el antiguo hotel Nacional. Una vez en las Cuatro Fuentes, cuando me disponía a cruzar, un taxi que galopaba sobre el firme adoquinado del paseo sufrió el desprendi...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Soy un viajero asiduo a Madrid y uno de los placeres que más saboreo en esta ciudad es la visita al Museo del Prado, joya donde las haya entre las pinacotecas de todo el mundo. El caso es que durante mi última visita, hace unas semanas, asistí a un pequeño pero significativo suceso, que paso a comentarle. Llegaba yo al paseo del Prado procedente de la estación de Atocha y subí en di rección al museo por la acera donde, se encontraba el antiguo hotel Nacional. Una vez en las Cuatro Fuentes, cuando me disponía a cruzar, un taxi que galopaba sobre el firme adoquinado del paseo sufrió el desprendimiento- de un tapacubos, con la mala fortuna de que golpeó eón gran violencia a una señora extranjera que allí, junto a mi, se hallaba. No tengo nada. contra los adoquines, pero creo que en ese lugar son muy peligrosos, a menos que se aminore la veloci dad. de los vehículos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En