POLÉMICA SOBRE LA FECHA ELECTORAL

González contesta desde Siria que mantiene su calendario pese a las presiones catalanas

Allí donde va repite lo mismo pase lo que pase en España: "Reafirmo que mantendré la oferta del calendario". Felipe González reiteró ayer que sigue contando con poder convocar las elecciones generales en marzo, pese a que el comité de enlace de los dos partidos de la coalición Convergéncia i Unió (CDC y UDC) anunció que presentará una enmienda a la totalidad de los Presupuestos del Estado para 1996.

Ni siquiera al término de una entrevista tan poco usual como la que celebró ayer con el jefe de Estado sirio, Hafez el Asad, consiguió González librarse de la interminable crisis que atravie...

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Allí donde va repite lo mismo pase lo que pase en España: "Reafirmo que mantendré la oferta del calendario". Felipe González reiteró ayer que sigue contando con poder convocar las elecciones generales en marzo, pese a que el comité de enlace de los dos partidos de la coalición Convergéncia i Unió (CDC y UDC) anunció que presentará una enmienda a la totalidad de los Presupuestos del Estado para 1996.

Ni siquiera al término de una entrevista tan poco usual como la que celebró ayer con el jefe de Estado sirio, Hafez el Asad, consiguió González librarse de la interminable crisis que atraviesa su Gobierno. Los corresponsales que le siguen en su gira le preguntaron por sus pequeños problema? en España, comparados con los de Oriente Próximo, y él aprovechó esa descripción de sus dificultades internas para hacer una broma que distendió un poco el ambiente de la tensa conferencia de prensa.Agradeció la expresión "pequeños problemas" porque, añadió, "hace mucho tiempo que no he oído un comentario de esa naturaleza". Hasta ahora, prosiguió, "todos los problemas parecían enormes". Confirmó que sigue teniendo la intención de que las legislativas sean en marzo y concluyó anunciando que no hablará más de política interior.

Ya se había visto obligado a hacerlo horas antes en Ammán (Jordania). Dijo entonces que no había decidido todavía si asistiría mañana a la inaguración del año judicial; aunque, avanzó, "quiero aceptar una invitación que coincide con la apertura de un edificio mucho más digno para la sede del Tribunal Supremo".

El jefe del Gobierno rehusó comentar el posible retraso en la petición al Congreso del suplicatorio del ex ministro de Interior, José Barrionuevo, por el Tribunal Supremo. "Ningún comentario sobre decisones del Supremo", contestó a una pregunta. "No los he hecho nunca porque saben que no quiero que se pueda pensar que interfiero", concluyó.

González se entrevistó por la noche, por primera vez, con Asad y su conversación duró 90 minutos más de lo previsto. El presidente español no evocó, sin embargo, en ningún momento, la muerte, durante la anterior presidencia española de la Unión Europea (UE), del embajador de España en Líbano, Pedro Manuel de Arístegui, alcanzado por un proyectil de artillería de 240 milímetros, un calibre que sólo poseía el Ejército sirio, según reza el informe oficial español con fecha del 21 de abril de 1989. "Ya lo había hecho el ministro de Asuntos Exteriores español y no me ha parecido necesario", afirmó.

Su anfitrión fue más prolijo. Recordó que en Líbano murieron miles de libaneses, palestinos y sirios y "todos son gentes apreciadas por nosotros y ésas son las leyes de las guerras civiles". Negó, no obstante, cualquier responsabilidad siria en la muerte de Aristegui y de sus familiares en la Embajada. "Las tres cuartas partes de las armas allí utilizadas por los be ligerantes eran sirias", aseguró, intentando demostrar que el calibre, del cañón no probaba su pertenencia al ejército.

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