¿Dónde está Raúl?

Llevo semanas buscando los dibujos de Raúl en la página de Opinión, y todos los días la misma jarra de agua fría: Raúl no está. ¿Será el verano, las rebajas? Siempre me ha parecido difícil acompañar un artículo de fondo, como suelen ser los de opinión, con una imagen. A veces nada tienen que ver ni aportan a los artículos en cuestión, otras caen en la simple ilustración o son de una triste banalidad que no provoca ni rechazo. Con la saturación visual que padecemos, más sorprendería un espacio en blanco.Raúl siempre ha sabido encontrar una coherencia entre sus dibujos y los artículos en ...

Llevo semanas buscando los dibujos de Raúl en la página de Opinión, y todos los días la misma jarra de agua fría: Raúl no está. ¿Será el verano, las rebajas? Siempre me ha parecido difícil acompañar un artículo de fondo, como suelen ser los de opinión, con una imagen. A veces nada tienen que ver ni aportan a los artículos en cuestión, otras caen en la simple ilustración o son de una triste banalidad que no provoca ni rechazo. Con la saturación visual que padecemos, más sorprendería un espacio en blanco.Raúl siempre ha sabido encontrar una coherencia entre sus dibujos y los artículos en cuestión. Sus dibujos no sólo acompañaban a los artículos: buscaban un diálogo entre ambos potenciándose mutuamente. Eran visiones inquietantes con la capacidad poco habitual de descarnar la realidad hasta mostrar sus huesos, sencillamente y con un humor propio de los verdaderos apasionados de la vida. Era un placer poder leer y ver al mismo tiempo.

En este mundo de rebajas generales de la imagen faltan más que nunca dibujantes como Raúl. EL PAÍS supo encontrarlo. ¡Qué no lo pierda!-