Cartas al director

Sociedad civil

Enrique Gil Calvo, en el artículo Estiaje, publicado en este diario, con referencia a una denuncia socialista acerca de una "conjunción de intereses antidemocrática", se pregunta: "¿Qué hay de ilegítimo en ello?. Como era de esperar, invoca la tan cacareada "sociedad civil", que "exige la independencia ciudadana respecto de la oligarquizada clase política".Yo a mi vez pregunto: ¿De qué "sociedad civil" habla? Si lo es de todo un tejido social (Gramsci y Off no quedan tan lejos) que, a partir de movimientos sociales, vecinales, alternativos, ONG, por supuesto también agrupaciones represe...

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Enrique Gil Calvo, en el artículo Estiaje, publicado en este diario, con referencia a una denuncia socialista acerca de una "conjunción de intereses antidemocrática", se pregunta: "¿Qué hay de ilegítimo en ello?. Como era de esperar, invoca la tan cacareada "sociedad civil", que "exige la independencia ciudadana respecto de la oligarquizada clase política".Yo a mi vez pregunto: ¿De qué "sociedad civil" habla? Si lo es de todo un tejido social (Gramsci y Off no quedan tan lejos) que, a partir de movimientos sociales, vecinales, alternativos, ONG, por supuesto también agrupaciones representativas de intereses, expanden y yerguen la cotidianeidad de las gentes... pero, eso sí, a cara descubierta, mediante, los muy democráticos derechos de asociación, expresión, manifestación y hasta objeción de conciencia; esto es, mediante la participación política... ¿quién no va a estar de acuerdo con Gil Calvo? Pero si se identifica "sociedad civil" con las personas y grupos que sin responsabilidad alguna y a partir de la presión, la campaña mediática organizada y bien pagada, del pacto secreto, o la filtración de lo que judicialmente debiera serlo, del dossier u otros procedimientos ajenos al sufragio universal, intentan someter a su juego las instituciones respaldadas por la voluntad popular o la Constitución... por ahí servidor y otros muchos servidores ya no pasamos.

Si la hegemonía de la "sociedad civil" frente a la política hay que cifrarla en la esclarecedora frase de Mario Conde "más respeto debe el Gobierno a Banesto [entiéndase, su Banesto de entonces], que Banesto al Gobierno", apañados estábamos los ciudadanos que confiamos al voto y a sus correlatos representativos la potestad de canalizar y, en lo posible, hacer efectivas nuestras necesidades y aspiraciones colectivas, de resolver todos o parte de nuestros próblemas.-

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