Dos mil personas asisten al entierro de las víctimas de las inundaciones

Unas 2.000 personas asistieron ayer en Yebra (Guadalajara) al funeral y el entierro de seis de las nueve víctimas causadas por las inundacio nes del pasado miércoles en la localidad. Nfientras tanto, 200 soldados continuaron las tareas de rescate y desescombro en las localidades alcarreñas afectadas por la riada.

Durante el funeral, celebrado ayer, el obispo de Sigüenza y Guadalajara y secretario general de la Conferencia Episcopal, José Sánchez González, solicitó la generosidad de las autoridades y la solidaridad de toda la nación hacia Yebra y Almoguera, los dos pueblos más afectados...

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Unas 2.000 personas asistieron ayer en Yebra (Guadalajara) al funeral y el entierro de seis de las nueve víctimas causadas por las inundacio nes del pasado miércoles en la localidad. Nfientras tanto, 200 soldados continuaron las tareas de rescate y desescombro en las localidades alcarreñas afectadas por la riada.

Durante el funeral, celebrado ayer, el obispo de Sigüenza y Guadalajara y secretario general de la Conferencia Episcopal, José Sánchez González, solicitó la generosidad de las autoridades y la solidaridad de toda la nación hacia Yebra y Almoguera, los dos pueblos más afectados por las riadas.Al funeral, seguido por unas 2.000 personas, que abarrotaron la iglesia, acudieron la titular del Ministerio de Asuntos Sociales, Cristina Alberdi, y el presidente de la comunidad de Castilla-La Mancha, José Bono.

La ministra, que acudía en representación del Gobierno, anunció la disposición del Ejecutivo a destinar una partida de ayudas rápidas a Almoguera y Yebra.

Por su parte, Bono dijo que es "terrible imaginar el sufrimiento de todo un pueblo al ver cómo a algunos de los suyos se los llevaba la corriente para siempre".

Una hora antes, hacia las once de la mañana, se habían celebrado en la capilla de la central nuclear de Zorita los funerales por el director de dicha planta, José Vicente Llinares, y su mujer, María Julia Megido, cuyos cuerpos fueron trasladados a Alicante.

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