Garzón considera que la rueda de prensa de Olivares pudo malograr la operación

El juez Baltasar Garzón ha transmitido en medios de la Audiencia Nacional su malestar con el director general de la Policía, Ángel Olivares, y el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, por las conferencias de prensa ofrecidas por éstos tras la detención en Palma de Mallorca del comando de ETA que pretendía atentar contra el Rey, según dijeron ayer fuentes jurídicas.Las citadas fuentes añadieron que la primera rueda, ofrecida por el director general de la Policía, Ángel Olivares, en la medianoche del miércoles en Mallorca, pudo malograr el resto de las redadas al estar el...

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El juez Baltasar Garzón ha transmitido en medios de la Audiencia Nacional su malestar con el director general de la Policía, Ángel Olivares, y el ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, por las conferencias de prensa ofrecidas por éstos tras la detención en Palma de Mallorca del comando de ETA que pretendía atentar contra el Rey, según dijeron ayer fuentes jurídicas.Las citadas fuentes añadieron que la primera rueda, ofrecida por el director general de la Policía, Ángel Olivares, en la medianoche del miércoles en Mallorca, pudo malograr el resto de las redadas al estar el dispositivo aún en marcha y producirse mientras se procedía al registro del piso utilizado por los presuntos terroristas.

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Fuentes de Justicia e Interior consultadas ayer por este periódico descartaron tajantemente que la información del director general de la Policía, Ángel Olivares, hubiese puesto en peligro la operación: "En absoluto se podía haber estropeado nada porque todo el dispositivo y todos los presos estaban bajo control, tanto los de España como los de Francia".

Fuentes policiales, por su parte, criticaron el desplazamiento a Mallorca de Garzón, inusual en este tipo de operaciones antiterroristas y en el que ven "un intento del juez por ganar protagonismo a cualquier precio". Integrantes de los sindicatos policiales dijeron que el magistrado sólo ha salido de su despacho en operaciones antidroga, pero no recordaban comportamientos similares en actuaciones antiterronstas.

Las fuentes del juzgado de Garzón explicaron que el juez no viajó repentinamente a la isla, sino que lo tenía previsto desde la mañana del miércoles y que su traslado y el del fiscal Jesús Santos obedecieron a "garantizar el éxito de la operación y la validez de las pruebas". Además, criticaron que el ministro Belloch ofreciera el jueves detalles sobre la documentación incautada a los detenidos.

En medios policiales se insistió en que la actitud del magistrado no tiene precedentes, ya que ningún juez se ha desplazado nunca a un sitio por el hecho de haber ordenado una intervención telefónica. Recordaron que Garzón no estaba de guardia el miércoles -el juez central de guardia era esa noche Carlos Dívar- y que su viaje se debía solamente a la autorización de una intervención telefónica, pero en el lugar tenía asegurada la presencia de las cámaras y los medios informativos.

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En la Audiencia Nacional también señalaron que para la detención de los etarras fue fundamental la autorización de Garzón para poder pinchar el teléfono de Jon Aldasoro Torrecilla, detenido en San Sebastián.

Por el contrario, fuentes de la lucha antiterrorista restaron importancia a esta intervención telefónica e insistieron en que la operación llevaba en marcha varios meses.

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