Entrevista:

"Somos tan necesarias como los cables empotrados"

, Lo suyo es la oración y, en todo casa la charla a media voz. Las monjas contemplativas no suelen prodigarse, en declaraciones. María Aráceli Abós, nacida en Jaca hace 60 años, priora dominica del monasterio de Nuestra Señora de Belén, en Torrcnt (Valencia), no es sin embargo de las que escurren el bulto. "Yo no nací monja", advierte cuando el interlocutor constata que es licenciada en Económicas y Empresariales. Tiene claro que las mujeres tienen mucho que decir en la Iglesia y, sobre todo, que la oración y la contemplación. desempeñan un papel básico.Pregunta.- ¿Le ha servido de algo...

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, Lo suyo es la oración y, en todo casa la charla a media voz. Las monjas contemplativas no suelen prodigarse, en declaraciones. María Aráceli Abós, nacida en Jaca hace 60 años, priora dominica del monasterio de Nuestra Señora de Belén, en Torrcnt (Valencia), no es sin embargo de las que escurren el bulto. "Yo no nací monja", advierte cuando el interlocutor constata que es licenciada en Económicas y Empresariales. Tiene claro que las mujeres tienen mucho que decir en la Iglesia y, sobre todo, que la oración y la contemplación. desempeñan un papel básico.Pregunta.- ¿Le ha servido de algo, como monja contemplativa, esa licenciatura?

Respuesta.- Ahora veo más claro que nunca aquel principio de rentabilidad máxima al mínimo coste: nada mas rentable que haber dedicado la vida a lo más alto a Jesucristo.

P.- Pero habrá usted encontrado reticencias sobre la rentabilidad de la vida contemplativa.

R.- Claro hace falta explicarse. Dostoievski decía que el hombre necesita encontrar a alguien a quien cantar. su himno, y eso es lo que. ocurre en un concierto de rock o ante un político, o ante el Papa. Pero Jesucristo es lo máximo. La gente me dice: "ustedes ¿qué hacen?": Pues mire: para que haya luz, puede haber una lámpara de, cristal tallado o un interruptor muy sensible; pero sin los cables, que no se ven porque están empotrados, no hay luz. Nosotras somos tan necesarias como los cables empotrados. El oxígeno, el corazón son básicos, y sin embargo no se ven. Yo estas cosas las tengo más claras ahora. Cuando a los 23 años tras terminar mis estudios y una oposición al Ayuntamiento de Barcelona-, entre en religión, obedecía a una atracción irresistible que no hubiese sabido explicar. Ahora sé de qué hablo.

P.- Cuénteme, para entendernos, una jornada.

R.- Es intensísima. Por supuesto que, para comer, trabajamos. Una monja orante no es un parásito. En mi monasterio hacemos pasamanería de oro, pero hemos hecho hasta informática, aunque eso es lo que menos libré deja la mente y nosotras necesitamos libertad y concentración de mente. A lo largo de unas seis horas de oración hay dos momentos muy fuertes: de 6,30 a 9,30 y de 19 a 20,30: somos un laboratorio muy complejo de alabanza y de intercesión. Y el laboratorio no descansa: de Japón a Buenos Aires, hay una cadena constante que supera las diferencias horarias una total sincronización orante, cuya intercesión se aplica directamente a problemas como las guerras o la ampliación de la despenalización del aborto. Toda monja sabe que esa energía de la oración tiene un alcance ilimitado. Si se aceptan los misterios de la física ¿por que no la vía del Espíritu .Santo?

P.- Al rezar, ¿cumplen un guión, o improvisan?

R.- En las preces, o en el rosario, metemos todo lo habido y por haber.

P.- ¿Tienen momentos de asueto?

R.- De recreación decimos nosotras. Los aprovechamos, las más jóvenes patinan, o juegan al baloncesto. Las menos jóvenes, paseamos, conversamos sobre asuntos familiares o sociales. Hay la ventaja, en mi monasterio, de que sólo somos 15.

P.- ¿Se consideran ustedes informadas?

R.- No hay tema eclesiástico o sociopolitico que nos sea ajeno.

P.- ¿Qué me dice de Indurain?

R.- Le conocemos. Está en pleno Tour.

P.- ¿Siguen las campañas electorales

R.- No. Son decepcionantes. Pero hay que estar informadas para votar, con alguien hay que quedarse.

P.- ¿Ven la tele?

R.- En ocasiones concretas. Pero hemos llegado a la conclusión de que es cierto que la tele impide la vida familiar. El bombardeo de imágenes es tal, que perjudica la necesidad de concentración que tenemos. Las noticias de la radio sí las oímos, un sistema de altavoces conecta las dependencias de trabajo.

P.- ¿Y Periódicos?

R.- Una hermana los selecciona, y los titulares y algunas cosas se leen en voz alta durante la comida. Estamos suscritas varias revistas, sobre todo religiosas. Cada vez vemos más útiles los diccionarios y enciclopedías. Y otro elemento importantísimo de contacto es con quienes acuden a nuestras hospederías. Un diálogo muy vivo.

P.- En lo contemplativo hay más mueres o más hombres?

R.- Muchas más mueres. España tiene el 20% de las monjas contemplativas del mundo. Somos 14.500 monjas -1.790 dominicas- y 840 monjes.

P.- ¿Y a qué atribuye es predominio femenino?

R.- En la mujer, la tendencia religiosa,- es más fuerte. El nivel de idealidad y entrega es mucho mayor. El hombre es más especulativo y no compromete tanto la vida entera.

P.- No sería, por tanto, descabellado que hubiese en el futuro mujeres sacerdotes.

R.- El Papa ha hablado por el momento y nosotras nos atenemos a la obediencia, que es camino seguro. Pero todo papel de la mujer en el mundo ha dado un giro copernicano por tanto, sin posturas extremas no hay que considerar tabú ningún tema. Hay que estar abiertos al futuro. El nuevo milenio traerá grandes cambios. No se trata de uniformidad con el hombre; sino de la mujer tenga igualdad de posibilidades. Hay una especifidad femenina, en la propagación y fortalecimiento de vida, y ese papel me enamora

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