Tribuna:

El lunes será otro día

Las realizaciones de beneficios, aunque ya escasas en esta última sesión, han dominado a los mercados de valores durante toda la jornada. Los inversores tienen malos recuerdos de la inestabilidad en los mercados de divisas y las recientes oscilaciones del dólar han forzado actitudes prudentes incluso entre los más firmes partidarios del corto plazo. La apertura de Wall Street, con un recorte de hasta 30 puntos, confirmó lo acertado del reajuste de posiciones Como telón de fondo quedaba el caso omiso que la inversión ha hecho de la aparente estabilidad política proporcionada por el preacuerd...

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Las realizaciones de beneficios, aunque ya escasas en esta última sesión, han dominado a los mercados de valores durante toda la jornada. Los inversores tienen malos recuerdos de la inestabilidad en los mercados de divisas y las recientes oscilaciones del dólar han forzado actitudes prudentes incluso entre los más firmes partidarios del corto plazo. La apertura de Wall Street, con un recorte de hasta 30 puntos, confirmó lo acertado del reajuste de posiciones Como telón de fondo quedaba el caso omiso que la inversión ha hecho de la aparente estabilidad política proporcionada por el preacuerdo sobre el calendario electoral y la posibilidad de pactar los presupuestos del año próximo. La contratación de esta sesión fue de 22.230 millones de pesetas efectivas, cifra tan baja como la capacidad de los inversores para plantearse a actuaciones a medio y largo plazo. Un par de aplicaciones sobre Argentaria permitió sobrepasar el nivel de los 20.000 millones, punto que puede considerarse como la frontera entre un mercado con expectativas y otro en el que las decisiones no están nada claras. El índice general de Madrid perdió un 0,42% y el Ibex 35 el 0,44%.

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