Aquí habrá un barrio sin barreras

A sus 32 años, Paco Alsasua se va a independizar de sus padres. La silla de ruedas en la que se desplaza desde niño no será esta vez inconveniente para valerse por sí mismo en su propio piso. Por Fin dejará de sentirse dependiente, entrará y saldrá de casa sin que su madre tenga que esperarle cada día a la puerta para ayudarle a franquear los seis escalones del portal.El pasado mes de febrero, la Coordinadora de Minusválidos Físicos de Madrid, que cuenta con 4.000 asociados, constituyó la cooperativa de viviendas Horizontes de Madrid. "Buscamos suelo público para construir pisos adaptados, sin...

A sus 32 años, Paco Alsasua se va a independizar de sus padres. La silla de ruedas en la que se desplaza desde niño no será esta vez inconveniente para valerse por sí mismo en su propio piso. Por Fin dejará de sentirse dependiente, entrará y saldrá de casa sin que su madre tenga que esperarle cada día a la puerta para ayudarle a franquear los seis escalones del portal.El pasado mes de febrero, la Coordinadora de Minusválidos Físicos de Madrid, que cuenta con 4.000 asociados, constituyó la cooperativa de viviendas Horizontes de Madrid. "Buscamos suelo público para construir pisos adaptados, sin barreras arquitectónicas", anunciaron entonces. No esperaban tanto éxito. El Ayuntamiento, de Getafe fue el primero en ofrecerles terrenos en el polígono del Barcial. Y el Ayuntamiento de Madrid ha cedido suelo en el polígono de Las Rosas (distrito de San Blas) y en Arroyo del Fresno (Fuencarral).

"Cuando vas a ver a la gente minusválida a su casa, te das cuenta del tremendo nivel de aislamiento en. que viven", cuenta Pilar Ramiro, presidenta de la cooperativa. "Hemos llegado a contactar con gente que lleva sin salir de su casa tres y cuatro años simplemente porque nadie puede ayudarles a bajar las escaleras; con un piso adaptado esto no tendría por qué ser así".

Pensado y hecho realidad. Conseguidos los terrenos, ya están listos los planos para edificar 120 pisos de 70 o 90 metros cuadrados. Serán edificios de cuatro plantas. Los bajos de cada inmueble se aprovecharán para instalar gimnasios de rehabilitación y locales que ofrezcan servicios de lavandería y de comidas para los minusválidos. Sólo en la región de Madrid 170.000 personas están afectadas por alguna minusvalía física.