Salvador llevaba 20 años sin ningún accidente

Sus compañeros dicen que se le va a venir encima la desgracia para el resto de su vida

"Seguramente Salvador no volverá a conducir después de esto. Que yo sepa nunca ha tenido un accidente y éste se le va a venir encima durante el resto de su vida", afirma un conductor de la empresa Starbus que no quiere dar su nombre y que ha viajado por la ruta Alicante-Amsterdam-Alicante con Salvador Reche Sánchez -quien iba al volante en el momento del siniestro-, pero sólo hasta la frontera de La Jonquera. "En las distancias más largas sólo viajan los conductores más seguros, con muchas horas a la espalda", añade. "Es un conductor experimentado, con más de 20 años detrás del volante", expli...

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"Seguramente Salvador no volverá a conducir después de esto. Que yo sepa nunca ha tenido un accidente y éste se le va a venir encima durante el resto de su vida", afirma un conductor de la empresa Starbus que no quiere dar su nombre y que ha viajado por la ruta Alicante-Amsterdam-Alicante con Salvador Reche Sánchez -quien iba al volante en el momento del siniestro-, pero sólo hasta la frontera de La Jonquera. "En las distancias más largas sólo viajan los conductores más seguros, con muchas horas a la espalda", añade. "Es un conductor experimentado, con más de 20 años detrás del volante", explica Pedro Rodríguez, uno de sus compañeros de la empresa de autocares Hermanos Monllor, de San Vicent de Raspeig (Alicante), propietaria del autocar subcontratado por Starbus para hacer este recorrido diario.Otro compañero que trabaja en Monllor explica que Salvador, de 40 años, lleva conduciendo "toda su vida" y ha tenido en sus manos desde camiones a autocares escolares y de corto recorrido antes de dedicarse a las rutas largas en el extranjero. En la actualidad llevaba cerca de dos años con un contrato fijo para esta ruta después de un periodo en el que volvió temporalmente a conducir camiones tras su primer paso por la empresa alicantina de transporte. Su compañero en este viaje, el también conductor Antonio Zarco, de 37 años, residente como Salvador en Alicante, tampoco había sufrido ningún accidente hasta la trágica madrugada de ayer.

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Salvador conducía un autocar Scania con matrícula A-0991-CM, un modelo de última generación comprado hace apenas un año. El vehículo pasó la Inspección Técnica de Vehículos con normalidad el pasado octubre, según informó la consejería de Industria de la Generalitat valenciana.

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Juan Manuel Monllor y Vicente Picó, los dueños de la empresa alicantina, salieron hacia el lugar del siniestro ayer a las ocho de la mañana, nada más cor17cer las primeras informaciones n responsable de la empresa aseguradora de Starbus, Multinacional Aseguradora, y su gerente, Francisco Catalán, hicieron lo mismo. José Manuel Monllor, hermano de Juan Manuel, ha explicado que el autocar posee un dispositivo de piloto automático que permite mantener la velocidad legal de la vía por la que se transita hasta que se acciona cualquiera de los mandos del autobús, y un freno eléctrico que trabaja directamente sobre la transmisión para evitar un recalentamiento de los tambores de freno: "Es el único que tenemos subcontratado con Starbus para esta ruta", indica. El vehículo siniestrado estaba valorado en más de 40 millones de pesetas y tenía dos pisos con capacidad para 65 pasajeros. También estaba dotado de cafetería, vídeo y butacas con reposapiés y cinturones de seguridad para todos los pasajeros ("obligatorios durante la ruta", según dijo Gabriel Soriano, responsable de la central de Starbus en Valencia), separadas 85 centímetros en la clase turista (confort class), y 100 en la más cara, la imperial class.

Soriano ha explicado que en largos recorridos, como este de 32 horas y media, los dos conductores están obligados a parar cada cuatro horas para efectuar el relevo. "Para dar una mayor comodidad al pasaje no solemos vender todo el afóro", explica Soriano; "vendimos 59 billetes pero sólo viajaron 57, según consta en la hoja de ruta, por lo que dos pasajeros debieron de renunciar al viaje". 47 lo hicieron en el piso de arriba y 10 viajaban en el de abajo, en la imperial class (sólo 7 viajeros pagaron las 3.200 pesetas de suplemento en las oficinas; tres de ellos, la familia de inmigrantes castellonenses Alonso, eran españoles), mientras que los dos conductores, Salvador Reche y Antonio Zarco viajaban separados del pasaje del piso inferior por una mampara.

Salvador y Antonio tuvieron tiempo suficiente para descansar desde que llegaron a Amsterdam el sábado a las 16,30 horas y salieron para Alicante, a las 8.00 del domingo. El accidente se produjo a la 1.30 horas, en el momento más sensible para los conductores, cuando habían pasado cuatro horas desde que pararon a cenar a las 21.30, y cuando faltaban cinco antes de que pararan para dejar a 11 pasajeros en Lloret de Mar. De los 57 ocupantes del autobús siniestrado, tres tenían como destino Alicante, cinco Castellón y nueve Valencia. Sólo uno de estos 17, Benito Meno, de 48 años, es de nacionalidad española. Aunque su estado no reviste gravedad, Meno permanece ingresado en el hospital de Orange.

A las 13.00 horas de ayer aún no se había presentado nadie en las oficinas de Starbus en Valencia para preguntar por alguno de los nueve pasajeros que se bajaban en la capital de Turia. Entre ellos se encontraban cinco miembros de la familia Guijarro, que compraron el billete en Bruselas.Esta información ha sido realizada por

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