La familia de Francisco Berga se empeña para cubrir la fianza de 50 millones

La familia del cerebro de la quebrada agencia de valores Brokerval, Francisco Berga Picó, ha empeñado su patrimonio inmobiliario para conseguir que los bancos avalen la fianza de 50 millones de pesetas que le impuso la Audiencia Nacional para ir de la cárcel. A última hora de ayer no había conseguido conseguido todavía reunir la documentación suficiente para prestar la fianza. Berga, que permanece en prisión desde el pasado mes de noviembre, es considerado el responsable del hundimiento de Brokerval, que arrastró a, más de cien inversores, que le reclaman alrededor de 500 millones de petas....

La familia del cerebro de la quebrada agencia de valores Brokerval, Francisco Berga Picó, ha empeñado su patrimonio inmobiliario para conseguir que los bancos avalen la fianza de 50 millones de pesetas que le impuso la Audiencia Nacional para ir de la cárcel. A última hora de ayer no había conseguido conseguido todavía reunir la documentación suficiente para prestar la fianza. Berga, que permanece en prisión desde el pasado mes de noviembre, es considerado el responsable del hundimiento de Brokerval, que arrastró a, más de cien inversores, que le reclaman alrededor de 500 millones de petas.

La familia de Berga posee numerosas propiedades inmobiliarias en la urbanización Costa de'n Blanes, una zona residencial próxima a Palma y también otros bienes en la capital dé la isla. Fuentes de la familia señalaron que vanas entidades financieras ,mostraron sus reticencias a avalar los bienes familiares "por una cuestión de imagen". En la trama de la agencia Brokerval fueron salpicadas varias entidades financieras de Baleares. Francisco Berga, ex consejero de la agencia Brokerval, permanece en prisión desde hace ocho meses tras su detención en Panamá a dónde se fugó para eludir las supuestas responsabilidades económicas y penales provocadas por la quiebra de la agencia de valores. Berga llevaba cuatro meses huido cuando fue detenido por la policía panameña. Este fiasco financiero en el que decenas de influyentes miembros de la sociedad civil balear confiaron su capital, destapó una presunta trama de fraude fiscal en las agencias matrices de la firma, la red nacional de la agencia Inverbroker, que según el juez Miguel Moreiras, manejó hasta 200.000 millones de pesetas en dinero negro.

Tanto el citado magistrado como el fiscal del caso, Ignacio Gordillo, habían mostrado su oposición a que Francisco Berga obtuviera la libertad condicional, dados sus antecedentes de evasión a la acción de la justicia.

La decisión de la Sala segunda de la Audiencia Nacional se produjo el pasado viernes como consecuencia de un recurso de apelación presentado por los abogados de Berga contra la decisión del juez Moreiras -instructor del caso- de mantenerle en prisión. El juez Moreiras se encontraba el. pasado viernes de vacaciones.

Durante el verano del año pasado, más de 120 inversores denunciaron el engaño y la pérdida de sus depósitos -unos 400 millones de pesetas- y varios consejeros de la entidad actuaron judicialmente contra la desaparición de capital social, unos 200 millones de pesetas. Las supuestas irregularidades en las inversiones y estados contables de la agencia de valores -la bolsa de dinero negro superaba los 3.000 millones de pesetas- no fueron advertidas a tiempo por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)..

Los responsables de Brokerval pretendieron en 1991 tener un banco regional- y reunieron en su sociedad a 60 destacados hombres de negocios y profesionales insulares. Tenían contactos financieros y avales políticos en Baleares: había políticos, notarios, inspectores, cargos de Hacienda, constructores, hoteleros, abogados y financieros.

El caso Brokerval ha sido el hilo conductor hacia las presuntas comisiones ilegales supuestamente cobradas por dirigentes del PP y del Gobierno balear en la adjudicación de las obras para la construcción del túnel de Sóller. Fue la agencia Brokerval la que gestionó la venta de acciones de la, empresa que realizó el túnel. El propietario de esta empresa, Antonio Cuart, compré una factura falsa de 140 millones de pesetas.