Reportaje:

Arte en el subterráneo

Unos mosaicos de principlos de siglo decoran desde ayer la estación de trenes de Aranjuez

Atravesar el aso subterráneo que une todos los andenes de la estación de trenes de Aranjuez es desde ayer todo un espectáculo. En lugar de las viejas pintadas, el suelo gris y ese aire cutre que solía tener este paso inferior, la estación ribereña cuenta ahora con una hermosa obra de arte: unos mosaicos de principios de siglo -únicos de sus características en España- que, tras décadas ocultos bajo capas de pintura y madera, han salido a la luz y han sido restaurados.A las 11.30 de ayer, la dirección de Cercanías de Renfe daba pór concluidas unas obras de rehabilitacíón que han durado dos ...

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Atravesar el aso subterráneo que une todos los andenes de la estación de trenes de Aranjuez es desde ayer todo un espectáculo. En lugar de las viejas pintadas, el suelo gris y ese aire cutre que solía tener este paso inferior, la estación ribereña cuenta ahora con una hermosa obra de arte: unos mosaicos de principios de siglo -únicos de sus características en España- que, tras décadas ocultos bajo capas de pintura y madera, han salido a la luz y han sido restaurados.A las 11.30 de ayer, la dirección de Cercanías de Renfe daba pór concluidas unas obras de rehabilitacíón que han durado dos meses y que han supuesto la recuperación no sólo de dichos mosaicos, que han quedado pro tegidos por vidrios de seguridad para evitar destrozos y actos van dálicos, sino también todo el te cho, muy deteriorado por las filtraciones de agua, instalándose una red sobre techos falsos para su canalización. Se han sustituido todos los revestimientos del paso, los suelos, peldaños y paredes y se ha mejorado la iluminación para realzar su imagen. La obra ha te nido un presupuesto total de 17 millones de pesetas, que han sido financiados por tres empresas patrocinadoras: Ingra, Albatros y Fíbertecnic. ."Hemos intentado hacer una recuperación técnica fijando los mosaicos a la pared, en el lugar original, a pesar de que estaban muy deteriorados, y una recuperación social del patrimonio artístico de Renfe", afirmó durante el acto de inauguración Miguel Ángel Herrero, arquitecto responsable de la obra.

Curiosamente, nadie conocía la existencia de estos mosaicos hasta hace seis años, en que al proceder a realizarse una serie de obras en esta estación, Renfe se topó con ellos debajo de varias capas de pintura y unas planchas de madera que, con seguridad, pertenecieron a la decoración íntegral de la estación, construida en 1924. La obra está firmada por Maragliano, un artista de principios de si glo que tuvo su taller de cerámica en Madrid. Al descubrirse en 1990 su existencia, Renfe encargó estudios tanto a la Escuela, de Cerámica de Madrid como a la Cartuja de Sevilla para garantizar su autenticidad, tiempo durante el cual los mosaicos han estado ocultos para evitar su deterioro.

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