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"Lo único que no se mojó fueron las tarjetas"

El colegiado Garcia Aranda no olvidará su primera final de Copa

J.J.P."Poniendo la lavadora" fue la respuesta de José María García Aranda, el árbitro de la final de la Copa del Rey aplazada el pasado sábado cuando ayer se le preguntó por la resaca de la tormentosa y lluviosa jornada. "Hay que lavar el uniforme" insistió el colegiado que no olvidará este partido. "Lo único que no se me mojó fueron las tarjetas... Son impermeables, de plástico", matizó entre sonrisas García Aranda, profesor de educación física en el INEF (Instituto Nacional de Educación Física) de Madrid.

"Es la primera final de una Copa del Rey que arbitro. Quedará en mi recuerdo por...

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J.J.P."Poniendo la lavadora" fue la respuesta de José María García Aranda, el árbitro de la final de la Copa del Rey aplazada el pasado sábado cuando ayer se le preguntó por la resaca de la tormentosa y lluviosa jornada. "Hay que lavar el uniforme" insistió el colegiado que no olvidará este partido. "Lo único que no se me mojó fueron las tarjetas... Son impermeables, de plástico", matizó entre sonrisas García Aranda, profesor de educación física en el INEF (Instituto Nacional de Educación Física) de Madrid.

"Es la primera final de una Copa del Rey que arbitro. Quedará en mi recuerdo por ese motivo y por las circunstancias que la están rodeando", explicó el colegiado.

"Si no le importa mojarse..." le indicó un policía nacional al árbitro cuando éste se disponía a volver al campo del Santiago Bernabéu para observar su estado. Habían pasado tan sólo unos minutos después de que abandonara el terreno de juego bajo una fuerte granizada y debía decidir si se podía reanudar o no el partido. "Estando ya como estoy...", fue la réplica de García Aranda. Más de una fotografía ha dejado constancia del nivel del agua en el túnel de vestuarios del campo del Madrid: hasta la cintura del árbitro.

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"¡Es imposible! ¡Aquí no podemos seguir!". Fue la llamada de arrebato de García Aranda en un momento del partido, cuando arreciaron los granizos. La respuesta fue instintiva y unánime. Jugadores y jueces de línea se lanzaron a la carrera en busca de refugio en los vestuarios

"Mientras llovía" contó ayer el colegiado, "ninguno de los que estábamos sobre el terreno de juego, tanto mis jueces de línea como los jugadores, insinuamos siquiera que el partido se debía suspender. Los jugadores y el árbitro se centran en el juego y no se piensa en otra cosa. Estoy seguro que, al igual que yo, los jugadores apenas notaron el impacto de la lluvia. Pero cuando el granizo ataca.. Hacía daño".

García Aranda destacó que es la primera vez en su carrera arbitral que se ve obligado a suspender definitivamente un partido en la jornada en que debía concluirse. "En alguna ocasión tuve que interrumpir un encuentro, pero siempre fue momentáneamente".

Vestuario inundado

El colegiado internacional madrileño comentó que mientras permaneció en el vestuario antes de decidirse la suspensión del encuentro mantuvo un contacto permanente con los dirigentes de la Federación para adoptar las decisiones más convenientes. Mientras tanto pudo comprobar cómo iba subiendo el nivel del agua que entró en su vestuario. "Había que preocuparse también de colocar nuestras cosas [por las del trío arbitral] encima de la mesa para que no se empapasen".García Aranda ahora sólo piensa en continuar el partido. "Es un descanso un tanto prolongado o una final demasiado larga, como se prefiera". Es la idea que se hace el árbitro del periodo de tiempo que ha de transcurrir hasta que mañana se vuelva a reanudar el encuentro. Hoy mismo volverá a concentrarse, como lo hizo el viernes, para la reanudación.

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