Suspendido en Caceres el Madrid-Dinamo de Bucarest horas antes de su inicio
El encuentro amistoso que Real Madrid debería haber jugado en la noche de ayer en Cáceres frente al Dínamo de Bucarest, para conmemorar el 750 aniversario de la creación del Cacereño, equipo descendido este año a Tercera División, fue suspendido horas antes de su celebración en medio de un impresionante caos y con repercusiones económicas aún indescifrables.
El cartel anunciador del encuentro ya estaba en la calle, se habían vendido entradas por valor de siete millones de pesetas, las cámaras de TVE que debían transmitir el encuentro por la primera cadena a partir de las 22.00 horas...
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El encuentro amistoso que Real Madrid debería haber jugado en la noche de ayer en Cáceres frente al Dínamo de Bucarest, para conmemorar el 750 aniversario de la creación del Cacereño, equipo descendido este año a Tercera División, fue suspendido horas antes de su celebración en medio de un impresionante caos y con repercusiones económicas aún indescifrables.
El cartel anunciador del encuentro ya estaba en la calle, se habían vendido entradas por valor de siete millones de pesetas, las cámaras de TVE que debían transmitir el encuentro por la primera cadena a partir de las 22.00 horas habían sido instaladas en el estadio Príncipe Felipe, el Cacereño había transferido al Real Madrid un cheque de dos millones de pesetas para pagar el vuelo chárter del equipo blanco, se habían colocado gradas supletorias para ampliar la capacidad del recinto en casi 7.000 espectadores más, con un coste de varios millones de pesetas, el Dínamo de Bucarest ya había emprendido viaje desde Rumania (otros tres millones más) y al final todo para nada.
Televisión Española había anunciado la retransmisión del partido, pero la Liga Nacional de Fútbol Profesional se opuso en última instancia, argumentando que este encuentro coincidía en fecha y hora con el Lleida Sporting de Gijón, correspondiente a la promoción a Primera División, que fue televisado por las cadenas autonómicas.
El presidente del Cacereño, Ángel Carrasco reclamó la presencia de un notario para que levantara acta de la situación.