GENTE

MIMABA SUS PIES

Salvatore Ferragamo, el emigrante italiano que partió de Nápoles hacia Boston y luego a Hollywood para hacer fortuna, consagró su nombre en los dorados años veinte diseñando zapatos para las estrellas de Hollywood; ahora, tiene un museo al lado de Boticelli, en Florencia. Acaba de inaugurarse en el palacio Spini Ferroni, lleno de frescos italianos del Renacimiento que la familia Ferragamo posee en la ciudad de los Médicis. Alberga más de 10.000 zapatos creados entre 1927 y 1960. Zapatos históricos como los que llevase Marilyn Monroe en la escena en la que el aire del m...

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Salvatore Ferragamo, el emigrante italiano que partió de Nápoles hacia Boston y luego a Hollywood para hacer fortuna, consagró su nombre en los dorados años veinte diseñando zapatos para las estrellas de Hollywood; ahora, tiene un museo al lado de Boticelli, en Florencia. Acaba de inaugurarse en el palacio Spini Ferroni, lleno de frescos italianos del Renacimiento que la familia Ferragamo posee en la ciudad de los Médicis. Alberga más de 10.000 zapatos creados entre 1927 y 1960. Zapatos históricos como los que llevase Marilyn Monroe en la escena en la que el aire del metro le levantaba las faldas, los cómodos pares de Greta Garbo, los de pequeños tacones de Audrey Hepburn, los escotados de la duquesa de Windsor o las sandalias con cadenas romanas que crease para la reina Fabiola, se encuentran en el museo. Sus manos creaban como obras de arte y su mente anticipó muchas de las tendencias de la moda de nuestro siglo. Desde tacones con las formas más inéditas a sandalias plateadas de nailon. Por eso, no sorprende la modernidad de muchos de los modelos Ferragamo, que siempre mimó a las mujeres con joyas. Y Claudette Colhert, Silvana Mangano, Ira de Fustenberg, Ava Gadner, Lauren Bacall pedían que él las calzase.-

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