Un anciano apuñala al timador que iba a darle el 'tocomocho'
Luciano Polo López, un vecino de Aranjuez de 77 años, pasó de víctima a agresor. Dos personas le intentaron dar el timo del tocomocho, y él respondió apuñalando con una navaja cabritera a uno de los individuos.
El anciano se presentó en la comisaría con la camisa destrozada y llena de sangre, navaja en ristre y con todo el dinero a buen recaudo en un morralillo. LucIano Polo había sacado a primera hora de la mañana medio millón de pesetas de su cuenta bancaria, dinero que le había pedido el listo para entregárselo a su compinche, el tonto, quien decía tener una tira de loterí...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Luciano Polo López, un vecino de Aranjuez de 77 años, pasó de víctima a agresor. Dos personas le intentaron dar el timo del tocomocho, y él respondió apuñalando con una navaja cabritera a uno de los individuos.
El anciano se presentó en la comisaría con la camisa destrozada y llena de sangre, navaja en ristre y con todo el dinero a buen recaudo en un morralillo. LucIano Polo había sacado a primera hora de la mañana medio millón de pesetas de su cuenta bancaria, dinero que le había pedido el listo para entregárselo a su compinche, el tonto, quien decía tener una tira de lotería premiada.
El anciano, ya con el dinero, fue invitado a subir a un coche conducido por el listo, en el que se desplazaron hasta la calle de la Reina, junto al jardín del Príncipe, en una zona de poco tránsito y a plena luz del día para hacer el cambio.
Entonces, el anciano les reclamó un comprobante del recibo de lotería supuestamente premiado. Los delincuentes, que creían que el timo peligraba, empezaron a golpear a su víctima. Según declaró más tarde, le agarraron por el cuello. Polo sacó de su bolsillo una navaja y asestó a uno de ellos una puñalada cerca del estómago. Un viandante alertó a un coche de la policía que pasaba por allí. Antes de que llegaran los agentes, los dos timadores huyeron. La policía trasladó al anciano a comisaría, donde justificó la puñalada como legítima defensa. "Me querían quitar todo mi dinero", dijo.