28 MAYO

Álvarez del Manzano amplía su apoyo para seguir gobernando con holgada mayoría

En el balcón de Génova, 13, sede central de PP, José María Álvarez del Manzano era un eufórico maestro de ceremonias invitando a saludar a Alberto Ruiz Gallardón y sacando a la palestra a las esposas de ambos. El alcalde de Madrid hizo ayer lo que parecía casi imposible: obtener más votos y mantener su mayoría absoluta aún con mayor holgura que hasta ahora. Casi el 55% de los votos revalidan un segundo triunfo del PP en la ciudad de Madrid. La borrachera del triunfo no fue suficiente para olvidar las últimas batallas preelectorales. "Hemos ganado", dijo, "a pesar de cartas y manifestaciones"....

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

En el balcón de Génova, 13, sede central de PP, José María Álvarez del Manzano era un eufórico maestro de ceremonias invitando a saludar a Alberto Ruiz Gallardón y sacando a la palestra a las esposas de ambos. El alcalde de Madrid hizo ayer lo que parecía casi imposible: obtener más votos y mantener su mayoría absoluta aún con mayor holgura que hasta ahora. Casi el 55% de los votos revalidan un segundo triunfo del PP en la ciudad de Madrid. La borrachera del triunfo no fue suficiente para olvidar las últimas batallas preelectorales. "Hemos ganado", dijo, "a pesar de cartas y manifestaciones".

Más información

Los madrileños eligen dos concejales menos que en las últimas elecciones municipales de 1991 por la pérdida de habitantes de la capital. El pleno del Ayuntamiento pasará así de estar compuesto por 57 concejales a 55. Lógicamente, era más difícil para el PP aumentar el número de concejales que ocupan sus bancos y que hasta ayer era de 30, una cifra que mantiene según los primeros resultados de anoche.Con una participación muy superior a la de entonces

[la abstención de 1991 empañó levemente su victoria], el alcalde de los chirimbolos ha conseguido en Madrid capital unos cuantos miles de votos más. ¿Tan buena ha sido su gestión en estos cuatro años? Esperanza Aguirre, concejal de Medio Ambiente y Cultura y número dos en la lista del PP, argumenta que la espectacular subida se debe "a que el PP ha cumplido lo que prometió en el año 1991".

A la espera de datos más fiables, el alcalde no se atrevía a decir cuántos votos más había obtenido, pero añadió: "Los madrileños han creído que mi gestión ha sido buena y me han votado y las maniobras venidas del exterior se han vuelto contra los que las han lanzado. Hemos ganado a pesar de cartas y manifestaciones. Hoy siento al mismo tiempo satisfacción y responsabilidad porque voy a ser el alcalde que lleve a Madrid a las puertas del año 2000 y eso pesa mucho".

La victoria de Álvarez del Manzano ni siquiera sufrió un solo momento, en contraposición a los malos ratos que sus correligionarios vivieron al filo de las once de la noche en la Comunidad de Madrid. También las encuestas fueron más generosas con el alcalde que los resultados reales, pero el margen de maniobra del regidor popular era demasiado amplio desde el principio. Los sondeos a la salida de los colegios le dieron 32 concejales; le sobraban cuatro para seguir gobernando en mayoría. Ahora, con el mismo número de concejales -30- tiene una ventaja aún más holgada.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La perspectiva de gobernar en la ciudad de Madrid, además, con el apoyo de Ruiz Gallardón desde el Gobierno regional redobló su optimismo. El alcalde declaré públicamente que ahora podrá hacer cosas que Leguina le impidió, como recalificar suelo o destinar dinero a los más necesitados que la Comunidad le negó, dice, "para repartirlo en otras ciudades de Madrid".

Franco González, candidato a concejal por Izquierda Unida, se sentía incapaz de explicar la victoria del alcalde. "España sigue siendo de izquierdas", decía. "Pero Madrid es una ciudad de derechas. No lo acabo de entender, pero los resultados están ahí". En el mismo sentido se expresaba Francisco Herrera, cabeza de lista de la coalición en el Ayuntamiento de Madrid. "Hemos dado un gran salto adelante, pero nuestros buenos resultados están parcialmente ensombrecidos por el triunfo del PP".

Muy al margen de estas críticas, Álvarez del Manzano parecía vivir una noche sin sombras. Fue el segundo líder del PP en comparecer ante la prensa en la larga noche electoral y el primero en dejarse llevar por la borrachera que dan los votos.

Nada más abandonar el estrado -no eran aún las nueve de la noche-, zarandeó con suavidad democristiana a un periodista un tanto escéptico. "Pero felicítame, alégrate, conténtate". Sus acompañantes, su esposa María Eulalia Miró y Esperanza Aguirre, explicaban que Álvarez del Manzano nunca tuvo dudas sobre su triunfo arrollador.

"Si al número 30 y 31 de la lista les decía 'no os preocupéis que salís seguro'", decía María Eulalia. El presidente regional Pío García-Escudero, un pelín más contenido, explicaba: "Esto era lo que predecían las encuestas". María Eulalia asentía y decía que estaba muy, muy contenta: "Habían valido la pena los paseos electorales que le han dado en esta campaña. Con lo poco que me gusta a mí salir".

Casi todos los concejales del Ayuntamiento acudieron a la sede del PP a celebrar la victoria. Entre ellos incluso algunos que no seguirán en la política municipal, como Ana María García Armendáriz, concejal de Asuntos Sociales, que mostraba completamente exultante.

Archivado En