Chirac pidió a Aznar que mediara en favor de la empresa que instaló los 'chirimbolos' de Madrid

Jacques Chirac, presidente de Francia desde la pasada semana, envió entre 1992 y 1993 cuatro cartas de recomendación al líder del PP, José María Aznar, para interceder en favor de la empresa francesa de mobiliario urbano JC Decaux, que entonces competía por hacerse con un contrato multimillonario del Ayuntamiento de Madrid, dirigido por el PP. Chirac explicaba en una de las cartas, enviada en febrero de 1992, que JC Decaux: "Siempre ha dado total satisfacción en el cumplimiento de las misiones de servicio público que le han sido confiadas". Dos años más tarde, y sólo con los votos favorables d...

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Jacques Chirac, presidente de Francia desde la pasada semana, envió entre 1992 y 1993 cuatro cartas de recomendación al líder del PP, José María Aznar, para interceder en favor de la empresa francesa de mobiliario urbano JC Decaux, que entonces competía por hacerse con un contrato multimillonario del Ayuntamiento de Madrid, dirigido por el PP. Chirac explicaba en una de las cartas, enviada en febrero de 1992, que JC Decaux: "Siempre ha dado total satisfacción en el cumplimiento de las misiones de servicio público que le han sido confiadas". Dos años más tarde, y sólo con los votos favorables del PP, Decaux ganó en Madrid el polémico concuso de mobiliario urbano que generará en 15 años una cifra denegocios de unos 15.000 millones, de pesetas. Un portavoz de Aznar afirmó ayer que éste no respondió a las misivas de Chirac ni actuó en beneficio de Decaux. Además, acusó al Gobierno de "espionaje porque esa carta de 1992 fue enviada por valija diplomática.

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Esa carta de Chirac, fechada el 28 de febrero de 1992, comenzaba recordando a Aznar que, ya en una anterior misiva, le había señalado las "dificultades" con que se estaba encontrando JC Decaux en Madrid, y más concretamente su filial en España, El Mobiliario Urbano, S A. "El presidente Jean-Claude Decaux me ha hecho saber recientemente que su filial, aunque reconocida por varias comisiones técnicas madrileñas como la mejor oferta presentada, aún seguía sin ser declarada adjudicataria", indicaba Chirac. Y agregaba: "Esta empresa de mobiliario urbano, concesionaria de la ciudad de París, ocupa incontestablemente el primer lugar de Europa en su sector".El entonces alcalde de París comentaba que, pese a todas esas "dificultades", JC Decaux no se había "desanimado" y que incluso estaba dispuesta a estudiar una fórmula de colaboración o acuerdo con alguna sociedad española. "Ésa podría ser, me parece, una fórmula satisfactoria para todos que permita a la sociedad Decaux poner al servicio de Madrid su saber hacer y su competencia unánimemente reconocidos". En efecto, dos años más tarde, el 11 de abril de 1994, se inscribió en el Registro Mercantil de Madrid la Compañia Española de Mobiliario Urbano y Medio Ambiente, S.A (Cemumasa), creada entre El Mobiliario Urbano S.A -la filial de Decaux- y Planigramá, esta última con el 25% de acciones.

Aznar no respondió

Chirac acababa así su carta: "Por eso es por lo que, en el espíritu confiado y amistoso. que caracteriza nuestras relaciones, quiero señalarle este asunto y le estaría muy reconocido por tenerme informado del seguimiento que tenga a bien dar al tema".

Miguel Ángel Rodríguez, portavoz de José María Aznar, informó ayer que, además de esa carta, Chirac envió otras tres en relación con el mismo tema. En la última, de abril de 1993, Chirac preguntaba "en tono quejoso" al líder del PP por qué no había respondido a las otras tres cartas de recomendación, según Rodríguez. "Aznar recibe muchas cartas de ese tipo, y no creo que se escriban para recibir una respuesta efectiva. Es más", agrega Rodríguez, "nadie que quiere hacer una cosa sucia escribe una carta con membrete, firma, fecha..." "El problema no es que pidan cosas, sino cómo se actúa después, y en este caso no hubo nada extraño", aseguró Rodríguez.

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En julio del año pasado, el Ayuntamiento de Madrid ádjudicó el contrato a Cemumasa, la empresa propiedad de Decaux. Pero tanto la decisión del Ayuntamiento como la posterior instalación del mobiliario -consistente en 1.572 soportes publicitarios conocidos como chirimbolos- han estado rodeadas de una fuerte.polémica política y ciudadana.

El 28 de julio del año pasado, el pleno municipal debatió la propuesta del Ayuntamiento de adjudicar el concurso a la filial de Decaux. Los representantes del PSOE se abstuvieron; los de IU votaron en contra, pero los 17 votos a favor del Partido Popular fueron suficientes para tal adjudicación.

Concejales de IU y del PSOE comentan que, desde un cómienzo, hubo constantes rumores de que el PP, como partido, apoyaba decididamente a Decaux, y que incluso representantes de esta firma habían mantenido importantes reuniones al efecto en la misma sede central del PP, en la calle Génova, de Madrid. "Pero nunca ha habido pruebas y, por lo tanto, no hablaré sin ellas", precisa Juan Barranco. El portavoz del presidente del PP es contundente: "Aznar no recibió a nadie [de Decaux] ni en Génova ni en ningún otro lado; no hubo nada raro en ese concurso, y desde luego no pasé por aquí. En cambio, los competidores [de Decaux] han, tenido conversaciones con gente de aquí, han hecho gestiones..., y hasta han transmitido amenazas".

En una entrevista con EL. PAíS efectuada esta semana, el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, respondió así a la pregunta de si había recibido alguna indicación externa sobre la empresa a la que se debía adjudicar el concurso: "Se produjo un concurso público, y fueron los técnicos, a los que yo acudí expresamente para que me explicaran cada una de las ofertas, los que me dijeron lo que opinaban. El orden de preferencia lo pusieron ellos, y nosotros no lo alteramos, con independencia de que quienes estábamos allí -me acompañaban algunos cocejales- tuviéramos un criterio que coincidiera o no con el de los técnicos".

Tras conocer el contenido de las cartas, el presidente de la Comunidad de Madrid, el socialista Joaquín Leguina, afirmó anoche que "nadie escarmienta en cabeza ajena y eso es malo para la democracia". También emplea un tono crítico sobre el concurso Eugenio Morales, el edil socialista que se opuso en el pleno a la concesión de los muebles urbanos. "Algunos se han dado excesiva prisa en decidir el concurso, y aquí se ha juntado la avaricia electoral del PP y la avaricia comercial de la empresa". Para Morales, la instalación de los chirimbolos que se ha realizado en los dos últimos meses infringe la legislación municipal.

Francisco Herrera, de Izquierda Unida también recuerda que, desde hace tiempo, ya había escuchado comentarios sobre la intervención de Chirac en favor de Decaux, y que la adjudicación del concurso en favor de esta empresa levantó fuertes críticas en el sector publicitario en Madrid. Al respecto señala que dos empresas competidoras de Decaux en Madrid -Cernusa y Equipamientos Urbanos- recurrieron el concurso y aseguraron que llevarían el caso a los tribunales.

Ayer tarde, y en un acto electoral celebrado en Madrid, el dirigente de IU Franco González repartió entre los periodistas copias de la carta fechada el 28 de febrero de 1992. El contenido de la misma, según González, "es una incitación a la corrupción", sobre todo, precisó, porque Chirac comenta a Aznar que puede encontrarse "una fórmula satisfactoria" para todos. Franco González adelantó que, en cuanto se forme el nuevo Ayuntamiento, IU pedirá la inmediata apertura de una investigación.

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