28 MAYO

Aznar promete en Málaga "mantener y mejorar la sociedad del bienestar"

José María Aznar aseguró ayer en Málaga que una victoria del Partido Popular servirá para "mantener, garantizar y mejorar la sociedad del bienestar" y para que los derechos de los españoles no sean confundidos nunca más con favores del poder. En la recta final de la campaña electoral, Aznar participó en un mitin en la plaza de toros de La Malagueta, que al final del acto se llenó con más de 15.000 personas. También intervino la candidata a la alcaldía de la ciudad, Celia Villalobos. El presidente del PP advirtió que no basta con el entusiasmo. "Hace falta un programa claro de acción política",...

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José María Aznar aseguró ayer en Málaga que una victoria del Partido Popular servirá para "mantener, garantizar y mejorar la sociedad del bienestar" y para que los derechos de los españoles no sean confundidos nunca más con favores del poder. En la recta final de la campaña electoral, Aznar participó en un mitin en la plaza de toros de La Malagueta, que al final del acto se llenó con más de 15.000 personas. También intervino la candidata a la alcaldía de la ciudad, Celia Villalobos. El presidente del PP advirtió que no basta con el entusiasmo. "Hace falta un programa claro de acción política", dijo.

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En su tercera visita a Andalucía, después de Sevilla y Huelva (ésta incluida a última hora), Aznar aceptó el reto de la plaza de toros de Málaga, donde días antes Alfonso Guerra apenas llenó un tercio del espacio, para intentar dar un empujón a la campaña de Celia Villalobos.La diputada mantiene una cerrada competición con su compañero de escaño y antiguo portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, el guerrista Eduardo Martín Toval, candidato del PSOE, y con uno de los colaboradores más próximos de Julio Anguita, el también diputado Antonio Romero, representante en la liza de Izquierda Unida.

La posible coalición entre sus dos rivales de izquierda obliga a Villalobos a pelear por la mayoría absoluta para conseguir la presidencia del consistorio. Aznar tuvo en cuenta está situación y deslizó la primera alusión negativa a IU. "Una coalición entre socialistas y comunistas", advirtió, "no lleva hoy en el mundo ni a la vuelta de la esquina".

Consciente de que estaba en la Andalucía castigada por el paro y el atraso económico, contrapuso el grito de "vamos a hacernos ricos" y su secuela de una "economía de casino", especulación, enriquecimiento ilícito y gasto público desbocado, a la necesidad de una política que definió como "solidaridad activa".

Es obligación del Gobierno, dijo, potenciar los factores de cohesión social, que se basa en la solidaridad y en la igualdad de oportunidades. Después de proclamar su compromiso con la "sociedad del bienestar", término que prefiere al de Estado de bienestar, Aznar aseguró que un Gobierno de los populares dejará de "crear clientelas electorales con dinero público".

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El segundo mensaje que quiso presentar es que el voto a su partido lleva clara y rotundamente aparejada una voluntad de cambio de Gobierno, porque la actual legislatura no se sabe para qué vale: "Ni se administra ni se gobierna, sólo sirve para acumular escombros".

En primera persona del singular, prometió que no permitirá que nadie utilice el triunfo electoral "para cualquier cosa" que no sea aplicar un programa claro de acción política. "Queremos ganar, gobernar y cambiar", señaló. "Venimos a hacer una gran renovación de la ' vida nacional; una renovación de costumbres, de. modos políticos y de modos de gobierno".

Como ha hecho durante toda la campaña, pero muy en especial desde que el ministro de Justicia e Interior descalificara glo balmente a los votantes del PP, manifestó su respeto por los electores del partido socialista y les invitó a que consideren la posibilidad de apoyarle a él, porque en España ha nacido un nuevo entusiasmo, un nuevo espíritu, a nueva ambición, una nueva política", y quien no lo entienda "no comprenderá nada de lo que está pasando".

Tras la intervención cuidada y medida del lunes en Barcelona, Aznar volvió ayer al modelo de discurso que ha escogido para esta campaña, errático y repleto de buenos deseos y buenas intenciones. Sorprendentemente, el público malagueño estuvo bastante frío, aunque se corearon los habituales "¡presidente! ¡presidente!" y "¡torero! ¡torero!" y se escucharon gritos en su honor como "chiquito pero matón". El mitin finalizó con el himno de Andalucía y Aznar rodeado de candidatos y ondeando la bandera blanquiverde.

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