Cartas al director

Crónica taurina

A través de esta sección muchos lectores dedican sus elogios a alguna de las estupendas firmas que pueblan su periódico, pero a mi juicio, y tal vez por el tema al que se dedica, siempre controvertido, una de ellas no es asiduamente va lorada siendo de las mejores de su periódico. Ya no leo EL PAÍS de atrás hacia delante como solía ha cerlo, sino que busco enseguida su crónica taurina para aprender cuanto antes alguna lección magistral sobre el mundillo de los toros. Dicha crónica suele ser mordaz, divertida e irónica cuando la fiesta no se ejecuta siguiendo los cánones establecidos o llena de...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

A través de esta sección muchos lectores dedican sus elogios a alguna de las estupendas firmas que pueblan su periódico, pero a mi juicio, y tal vez por el tema al que se dedica, siempre controvertido, una de ellas no es asiduamente va lorada siendo de las mejores de su periódico. Ya no leo EL PAÍS de atrás hacia delante como solía ha cerlo, sino que busco enseguida su crónica taurina para aprender cuanto antes alguna lección magistral sobre el mundillo de los toros. Dicha crónica suele ser mordaz, divertida e irónica cuando la fiesta no se ejecuta siguiendo los cánones establecidos o llena de buena literatura y de olor a fiesta cuando el arte está en la plaza, plaza en la que, gracias a sus líneas, estamos casi presentes. Por todo ello, gracias, Joaquín Vidal.-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En