Los vecinos de La Fortuna piden responsabilides por el segundo aterrizaje forzoso de una avioneta

Los vecinos del barrio de La Fortuna (12.000 habitantes), en Leganés, temen al cielo. El aterrizaje forzoso de una avioneta el pasado miércoles -el segundo en tres de meses- en proximidades del barrio ha reavivido el miedo vecinal por la inseguridad que plantea la cercanía del aeródromo deCuatro Vientos. El concejal presidente de distrito, el socialista Rafael Montoya, ha señalado que ha pasado de la preocupación a la indignación.

"Dos avionetas en tan corto periodo de tiempo es demasiada casualidad para pensar que se trata de accidentes fortuitos, creo que los vecinos de La Fortuna n...

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Los vecinos del barrio de La Fortuna (12.000 habitantes), en Leganés, temen al cielo. El aterrizaje forzoso de una avioneta el pasado miércoles -el segundo en tres de meses- en proximidades del barrio ha reavivido el miedo vecinal por la inseguridad que plantea la cercanía del aeródromo deCuatro Vientos. El concejal presidente de distrito, el socialista Rafael Montoya, ha señalado que ha pasado de la preocupación a la indignación.

"Dos avionetas en tan corto periodo de tiempo es demasiada casualidad para pensar que se trata de accidentes fortuitos, creo que los vecinos de La Fortuna no están seguros", señaló Montoya.Sus palabras recogían un sentir muy extendido. De hecho, el último aterrizaje forzoso se efectuó, aunque en el término municipal de Madrid, a sólo un kilómetro del barrio de La Fortuna.

A este accidente, debido presuntamente a un fallo mecánico, hay que añadir el del pasado 22 de febrero, cuando una avioneta con avería en el motor, el tren de aterrizaje y la radio tuvo que aterrizar en las proximidades del barrio.

Ya entonces Gómez Montoya ya exigió información y una "explicación razonable" de lo sucedido. "Hasta ahora no tenemos ninguna comunicación oficial de los resultados de esa investigación", señaló Montoya. En dos cartas, el director del aeródromo, José Manuel Bruned, aludía a que el informe del piloto reconocía el fallo mecánico y descartaba que la avioneta se hubiera quedado sin combustible.

Otro escrito del Ministerio de Transportes informaba de que la invesigación no había concluido. Esta última misiva se recibió en la citada junta de distrito en marzo.

Directo al ministro

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Ahora, el presidente de la juntavolverá a escribir tanto al aeródromo como a la Dirección General de Aviación Civil, la delegada del Gobierno y al propio ministro de Transportes, pero no se conformará ya con exigir una explicación razonable.

"Pediré directamente responsabilidades porque aunque el último aterrizaje no haya sido en La Fortuna, sí se ha producido en su zona de influencia y muchos vecinos vieron claramente que el avión se les venía encima, así que tengo el derecho de exigir alguna responsabilidad", remachó el edil socialista.

Además pedirá una entrevista con el secretario general del servicio de transporte y con el propio ministro de Transportes, José Borrell, para que se pongan las medidas necesarias que garanticen la seguridad de los 12.000 vecinos de Fortuna.

Los desperfectos que sufrieron las dos avionetas antes del aterrizaje de emergencia fueron similares en los dos casos. La única diferencia es que la del 22 de febrero realizaba un vuelo particular, y la Pipper Azteca del miércoles, uno de prácticas.

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