Cartas al director

Una más

A las mil y una alegaciones en contra de los chirimbolos y a la pública manifestación de protesta contra los mismos que se anuncia -y a la que me uno- quiero añadir una más.La distracción que su lectura y contemplación causará a los conductores y los consiguientes accidentes por prestar atención, consciente o inconscientemente, a los carteles en ellos instalados.

¿Más publicidad todavía? Y ¡cuidado que estamos bombardeados por la misma a lo ancho y largo de nuestras calles! ¡Qué aspecto tan antiestético y degradante nos ofrecen! ¿No valdría para el caso la aplicación de la ley -q...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

A las mil y una alegaciones en contra de los chirimbolos y a la pública manifestación de protesta contra los mismos que se anuncia -y a la que me uno- quiero añadir una más.La distracción que su lectura y contemplación causará a los conductores y los consiguientes accidentes por prestar atención, consciente o inconscientemente, a los carteles en ellos instalados.

¿Más publicidad todavía? Y ¡cuidado que estamos bombardeados por la misma a lo ancho y largo de nuestras calles! ¡Qué aspecto tan antiestético y degradante nos ofrecen! ¿No valdría para el caso la aplicación de la ley -que no se cumple- que prohíbe los anuncios a cierta distancia de las carreteras?.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En