EL ADIÓS DE UN MITO

Butraqueño: "Soy realista, esto se ha acabado"

El delantero jugará su último partido con el Madrid el día 15 de junio en un homenaje ante el Roma

El 15 de junio se vestirá por última vez con el número 7 a la espalda y saltará al césped del estadio Santiago Bernabéu. Ese día Emilio Butragueño se despedirá del Real Madrid, en un partido de homenaje ante el Roma. Atrás quedarán 11 años que han marcado ya para siempre la historia del madridismo. Él seguirá jugando al fútbol, pero lo hará lejos de España. "Todavía no sé dónde", se limitó a desvelar ayer El Buitre.Butragueño, serio, con los ojos a veces brillantes por la emoción y con una media sonrisa para aliviar los momentos más tensos de su comparecencia ante los medios de comunica...

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El 15 de junio se vestirá por última vez con el número 7 a la espalda y saltará al césped del estadio Santiago Bernabéu. Ese día Emilio Butragueño se despedirá del Real Madrid, en un partido de homenaje ante el Roma. Atrás quedarán 11 años que han marcado ya para siempre la historia del madridismo. Él seguirá jugando al fútbol, pero lo hará lejos de España. "Todavía no sé dónde", se limitó a desvelar ayer El Buitre.Butragueño, serio, con los ojos a veces brillantes por la emoción y con una media sonrisa para aliviar los momentos más tensos de su comparecencia ante los medios de comunicación, reveló que éste ha sido un año muy difícil para él. "El 30 de junio dejo el Madrid. Esta es la frase que más me duele decir. Yo que he jugado 11 años en este paraíso que es el Bernabéu... subir cada día a la grada, al palco... es muy fuerte. Soy realista. Esto se ha acabado". El Buitre compareció en la sala de trofeos del Bernabéu con la única compañía del presidente Ramón Mendoza. Se sentó justo delante de la Copa de Europa, ese trofeo que ya no podrá ganar nunca. Antes, en el vestuario, se reunió con sus compañeros y les comunicó su decisión. Deja el equipo el 30 de junio, pero su último partido será el día 15. Todo está ya pactado con Mendoza y con Valdano.

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"Estas últimas semanas han sido muy difíciles para mí. He de reconocer que he estado bastante inquieto. Ahora estoy mejoruna vez ya he tomado la decisión. Hace unos días entré al despacho del presidente y le comuniqué mi decisión. Hoy se lo quiero decir al madridismo. Mi vida como futbolista en este equipo ha sido muy intensa y feliz. He tenido mucha suerte", dijo Butragueño.

Emilio reconoció que el no haber jugado apenas esta temporada ha condicionado su decisión. "Si hubiera querido renovar un año más, estoy seguro de que el presidente hubiera aceptado. Pero no quiero prolongar más esta situación, que para mí no es agradable. Si Valdano no me pone, es que considera que hay otros mejores. Él es un gran profesional y el presidente lo contrató para que hiciera un equipo campeón. Yo seguiré jugando al fútbol, pero todavía no sé dónde".

Butragueño, que se declaró "inflexible" en sus decisiones, reafirmó su promesa de que no jugará en otro equipo español que no sea el Madrid, pero no quiso pronunciarse si lo hará en Japón o en otro país. "No puedo decir nada porque no hay nada decidido".

Con nostalgia, recordó algunos de sus momentos más felices y reconoció que uno de los más difíciles fue el pasado 6 de noviembre, cuando Valdano no incluyó su nombre en la lista de convocados para el partido con el Atlético de Madrid. "Ésta ha sido mi casa durante 11 años. Este tiempo me ha marcado no sólo como futbolista, sino como persona. De niño comencé viniendo aquí a ver los partidos desde la grada, luego bajé al césped para ser uno más de la primera plantilla".

Con la marcha de Emilio Butragueño se va un mito y el líder de la Quinta del Buitre, dos conceptos que parecen asustar algo al jugador. "No he buscado nada de eso. Unas veces todo esto me ha beneficiado, pero otras me ha perjudicado".

Todos los jugadores de la primera plantilla rehusaron ayer hacer declaraciones. Igual decisión adoptó Jorge Valdano. Todos de común acuerdo quisieron dejar el protagonismo de la jornada a su compañero. Mendoza, muy emocionado durante todo el acto, le recordó públicamente que siempre tendrá abiertas las puertas de su casa. Y él se ofreció: "Si en algún momento de mi vida puedo ayudar a que este club se convierta en el más importante del mundo, desde luego que lo haré. Mi espíritu seguirá en el Madrid, aunque yo ya no juegue en él".

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