Tribuna

Contrastes de pareceres

La fiesta nacional es cada día más popular, por lo- menos durante la. magna feria del santo. Nada más comenzar las corridas, ya se están celebrando las tertulias donde se comentan. Algunas empiezan incluso antes, como un ciclo de tres conferencias en el Centro Cultural de la Villa y bajo el epígrafe: Historia y encrucijada. Hay tertulias a, todas horas, en todos sitios, para todos los gustos. Pero con, un denominador común: la pasión.El director de lidia del mencionado ciclo era el crítico Javier Villán, y en el primero titulado El aficionado, ¿convidado de piedra?- tomó parte Jo...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La fiesta nacional es cada día más popular, por lo- menos durante la. magna feria del santo. Nada más comenzar las corridas, ya se están celebrando las tertulias donde se comentan. Algunas empiezan incluso antes, como un ciclo de tres conferencias en el Centro Cultural de la Villa y bajo el epígrafe: Historia y encrucijada. Hay tertulias a, todas horas, en todos sitios, para todos los gustos. Pero con, un denominador común: la pasión.El director de lidia del mencionado ciclo era el crítico Javier Villán, y en el primero titulado El aficionado, ¿convidado de piedra?- tomó parte José Luis Lozano, gerente de la plaza de toros de Las Ventas. Pareció que el señor Lozano defendía el utrero de los años sesenta como animal idóneo para el toreo moderno.. Cuando un par de aficionados cuestionaron esta opinión, el señor Lozano parece que rectificó algo. "¡Casta, casta!", gritaron unos asistentes.

Al día siguiente se habló De lo estético a lo cursi, con la presencia del joven matador madrileño Joseplito. No pudimos asistir, pero suponemos que, *entre otros temas, se analizaría ese amanerado movimiento de caderas, tanto en los lances de capa como en los pases de muleta, que se ha impuesto en las últimas temporadas, no sabemos si por influencia de Ponce o de Aparicio. Parece que la revolución estética iniciada por Belmonte no da más de sí, que se está cayendo en la decadencia.

El tercer coloquio se titulaba Toro grande, ¿ande o no ande y tomaron parte el ganadero Victorino Martín y los diestros Antoñete y César Rincón. Algunos observadores atribuyen las caídas y poco juego del toro actual a un exceso de peso; a muchos toreros les gustaría volver a ese utrero. Otros opinan. que la falta de fuerzas se debe a un progresivo descaste de las reses, y señalan que un utrero, por muy móvil que sea, no es un toro.

El público interviene vivamente en estos coloquios. En el primero de ellos, una anciana se quejó del tratamiento que reciben los toros, y luego se marchó; parece que se había equivocado de coloquio. Y siempre hay un par de pelmazos que aprovechan la ocasión para lanzar largos y acalorados discursos personales.

"Es una costumbre muy española", señaló un aficionado a nuestro lado. "Estuve en unos coloquios en Suiza hace poco y cada persona intervino medio minuto y se calló.

Claro, pensamos, así son los suizos. También es cierto que no hablaban de toros, los pobres.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En