Mobiliario
Pues, para no ser menos, me voy a sumar con el presente escrito a esos miles y miles de habitantes de esta magnífica ciudad para decir un no muy fuerte a esos muebles con los que el alcalde nos ha jorobado la vista.Hace escasos días regresé París y ahí sí que pegan; pero esta ciudad, ná de ná. Y permíteme decirle que en París haberlos haylos, pero poquitos y bien situaditos: no entorpecen el deambular callejero, el "flâner", que dirían los parisienses; no impiden la visibilidad de monumentos, fachadas o locales públicos como cafeterías, etcétera.
Desde que em...
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Pues, para no ser menos, me voy a sumar con el presente escrito a esos miles y miles de habitantes de esta magnífica ciudad para decir un no muy fuerte a esos muebles con los que el alcalde nos ha jorobado la vista.Hace escasos días regresé París y ahí sí que pegan; pero esta ciudad, ná de ná. Y permíteme decirle que en París haberlos haylos, pero poquitos y bien situaditos: no entorpecen el deambular callejero, el "flâner", que dirían los parisienses; no impiden la visibilidad de monumentos, fachadas o locales públicos como cafeterías, etcétera.
Desde que empecé a verlo surgir como si de setas se tratase me pregunté: ¿quién hay detrás de semejante desaguisado? ¿Quién es el dueño de una estética tan atroz? ¿Qué se esconde detrás de esa puntual y descarada publicidad?
Señor Manzano, en esta hermosa ciudad, quiero recordar lo más parecido a París es el barrio de Salamanca, pero sus setas han invadido todo Madrid. Si hasta a las farolas les ha salido barriga!-