ETA secuestra a un empresario vasco al que tenía amenazado desde 1991

ETA retiene secuestrado desde la noche del lunes al empresario vasco José María Aldaya Etxeburua, de 53 años, propietario de tres pequeñas empresas de transportes y que era objetivo de la banda terrorista al menos desde 1991. Ese año, en documentos intervenidos por la policía a un comando etarra figuraba el nombre del empresario como candidato a un secuestro, del que los chantajistas pretendían sacar 1.000 millones. Aldaya no contaba con ningún tipo de protección. Según el ministro de Justicia e Interior, Juan. Alberto Belloch, ETA ha recurrido al secuestro de Aldaya "para resolver sus graves ...

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ETA retiene secuestrado desde la noche del lunes al empresario vasco José María Aldaya Etxeburua, de 53 años, propietario de tres pequeñas empresas de transportes y que era objetivo de la banda terrorista al menos desde 1991. Ese año, en documentos intervenidos por la policía a un comando etarra figuraba el nombre del empresario como candidato a un secuestro, del que los chantajistas pretendían sacar 1.000 millones. Aldaya no contaba con ningún tipo de protección. Según el ministro de Justicia e Interior, Juan. Alberto Belloch, ETA ha recurrido al secuestro de Aldaya "para resolver sus graves dificultades económicas".

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ETA vuelve a irrumpir con un secuestro en una campaña electoral, un comportamiento habitual en la trayectoria de la banda terrorista. El último industrial capturado por los etarras fue Julio Iglesias Zamora, retenido en julio de 1993 y liberado cuatro meses después tras pagar un rescate que se cifró en unos 500 millones de pesetas.Aldaya fue capturado cuando se dirigía en su automóvil a su chalé de la urbanización Jaizkibel, en Hondarribia (Guipúzcoa). La policía no ha localizado aún el zulo en el que estuvo retenido Iglesias, por lo que no descarta que ETA lo utilice de nuevo para el cautiverio de Aldaya.

José María Aldaya está casado con Dolores Lorenzo, es padre de tres hijos y posee tres empresas de transporte de paquetería. Desde hace unos tres meses, el Gobierno vasco temía que ETA actuara contra algún empresario para amedrentar a los que se resisten a pagar el llamado impuesto revolucionario. Los partidos democráticos pidieron ayer que no se vote a quienes apoyan el secuestro, mientras HB enmarcaba esta acción en "la lucha por las libertades". Páginas 15 y 16

Editorial en la página 12

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