Tres mujeres y un sacerdote ortodoxo ayudaron al Papa a llevar la cruz

Juan Pablo II sólo cubrió dos estaciones del Vía Crucis

Por primera vez desde que accedió al Pontificado, Juan Pablo II, que cumplirá 75 años el próximo mes, tuvo que renunciar a llevar la cruz durante las 14 estaciones del Vía Crucis en Roma, dado su estado de salud, sobre todo por la operación del año pasado en la pierna derecha. Tres mujeres -entre ellas, una monja protestante-, dos laicos y un sacerdote ortodoxo de Moscú, loan Sviridov, ayudaron a cubrir el trayecto de Viernes Santo llevando la cruz bajo una intensa lluvia.

, El Papa sólo cargó con el símbolo sagrado entre la primera y la segunda estación y en el tramo final. La cr...

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Por primera vez desde que accedió al Pontificado, Juan Pablo II, que cumplirá 75 años el próximo mes, tuvo que renunciar a llevar la cruz durante las 14 estaciones del Vía Crucis en Roma, dado su estado de salud, sobre todo por la operación del año pasado en la pierna derecha. Tres mujeres -entre ellas, una monja protestante-, dos laicos y un sacerdote ortodoxo de Moscú, loan Sviridov, ayudaron a cubrir el trayecto de Viernes Santo llevando la cruz bajo una intensa lluvia.

, El Papa sólo cargó con el símbolo sagrado entre la primera y la segunda estación y en el tramo final. La cruz, de madera, mide dos metros y pesa algo más de tres kilos. El portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, le quitó importancia a la debilidad del Papa y subrayó que el que otras personas hayan llevado por primera vez la cruz ha sido para destacar el carácter ecuménico de la ceremonia.

Al comienzo del ritual, Juan Pablo Il rezó por las víctimas de la violencia en Bosnia, Chechenia, Ruanda, Burundi, Oriente Próximo y Somalia. Evocó también las tragedias "del horrible campo de exterminio de Auschwitz, la villa de Dresde, completamente arrasada, e Hiroshima, la ciudad de la inmensa masacre".

A pesar del mal tiempo, varios miles de peregrinos acudieron con velas en sus manos al ritual cristiano en torno al Coliseo de Roma. Las estaciones del Vía Crucis fueron modificadas en 1991 por Juan Pablo II para ajustarse más a los Evangelios y quitar las caídas de Cristo y el encuentro con la Verónica. Al no ser un acto litúrgico, el cambio no es obligatorio y el antiguo Vía Crucis sigue vigente.

Ayer acudió a la plaza de San Pedro un grupo de defensores de los derechos de los animales, para pedir al Papa su conversión al vegetarianismo.

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