Bebeto se sacude la melancolía

Se fueron las lluvias y el cuerpo sambero de Bebeto se sacudió la melancolía. Durante el largo invierno gallego el brasileño permaneció encerrado en la cámara oscura. Nadie le puede reprochar el no haber trabajado en las jornadas grises y húmedas que entumecen el ánimo. Se veía a un Bebeto laborioso y solidario, pero le faltaba alegría. Con la primavera volvió a sentir La Coruña como un pequeño Río de Janeiro y se lo agradeció a la ciudad con tres goles. Como las mejores tardes. Bebeto abrió el camino del triunfo y después sacó al equipo del atolladero en que se había metido tras reducir d...

Se fueron las lluvias y el cuerpo sambero de Bebeto se sacudió la melancolía. Durante el largo invierno gallego el brasileño permaneció encerrado en la cámara oscura. Nadie le puede reprochar el no haber trabajado en las jornadas grises y húmedas que entumecen el ánimo. Se veía a un Bebeto laborioso y solidario, pero le faltaba alegría. Con la primavera volvió a sentir La Coruña como un pequeño Río de Janeiro y se lo agradeció a la ciudad con tres goles. Como las mejores tardes. Bebeto abrió el camino del triunfo y después sacó al equipo del atolladero en que se había metido tras reducir distancias el Tenerife. El resuItado maltrató impunemente a los canarios, que se enseñorearon del partido en la segunda parte y vieron pasar por delante de sus narices el empate.La tarde comenzó festiva, a tono con el tiempo y con la excelente entrada en Riazor. El primer cuarto de hora del Deportivo fue deslumbrante. Los gallegos tuvieron toque, desmarque y velocidad. Bebeto empezó a tejer florituras en las landas y acabó trasladándolas al área. En el primer gol los tinerfeños podrán quejarse de su desafortunada cesión hacia atrás. Pero Bebeto tuvo que hacerlo todo. Recibió el balón como un náufrago entre Del Solar y César Gómez. Regateó a ambos con una facilidad insultante y después se merendó al portero.

El Tenerife tuvo la virtud de no dejarse intimidar por el gol. El de Vicente Cantatore tiene todo el aspecto de un equipo suramericano infiltrado en una liga europea. Ni uno solo de sus futbolistas maltrata el balón o rifa la jugada. Pero este porte exquisito va acompañado de un trazo lento y un espíritu algo sobón con la pelota. Los canarios tuvieron el empate en el minuto 26, en una extraña carambola que salvó el poste de Liaño. El Deportivo había aflojado el ritmo e intuyó el peligro. Respondió al momento con otro disparo a la madera de Aldana. Bebeto acabó de castigar la insolencia tinerfeña con un lanzamiento impecable de una falta al borde del área. El brasileño derrochaba felicidad y Riazor se preparó para seguir disfrutando del mago.

En lugar de repartir confetis la segunda parte acabó convirtiéndose en una agonía para el Deportivo. Bastó que marcara Juanele a los cinco minutos de la reanudación para que el partido cambiase de color radicalmente. Los gallegos extraviaron la pelota y en su rival emergió el talento de Conte, de Latorre o el propio Pinilla. Tres veces anunció el empate el Tenerife y en las tres lo perdió por su poca contundencia.

Bebeto sacó al Deportivo del embrollo. Esta vez fue una acción oportunista que le puso en bandeja la defensa visitante. El brasileño se recreó en el regalo y ejecutó sin miramientos.

Nuevo fichaje

El centrocampista serbio Branko Milovanovic, de 21 años, se convirtió ayer en el primer fichaje para la próxima temporada del futuro entrenador deportivista, John Toshack. Milovanovic, que procede del OFK Belgrado, se comprometió para las cuatro próximas temporadas con el conjunto gallego. El futbolista, desconocido fuera de su país, fue recomendado por Toshack, quien ya intentó ficharle la pasada temporada para la Real Sociedad. Por su parte, Lendoiro, el presidente del Deportivo, afirmó tajante, que Djukic no está en venta.