Duelo táctico Floro-Camacho
Ayer en el Carlos Belmonte se vivió un duelo tanto táctico como peleón dentro de la cancha. El guión del Albacete era de Benito Floro y el del Espanyol de José Antonio Camacho.
La primera mitad fue prácticamente de dominio españolista. El Albacete no podía hacerse dueño del centro del campo que controlaban Francisco, Roberto y Arteaga. Los centrocampistas intentaban enviar balones en largo a los puntas Raducioiu y Lardín, que creaban muchísimo peligro a la contra.
Gracias a una de esas contras llegó el primer gol del partido y que hacía justo merecedor a un Espanyol que estab...
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Ayer en el Carlos Belmonte se vivió un duelo tanto táctico como peleón dentro de la cancha. El guión del Albacete era de Benito Floro y el del Espanyol de José Antonio Camacho.
La primera mitad fue prácticamente de dominio españolista. El Albacete no podía hacerse dueño del centro del campo que controlaban Francisco, Roberto y Arteaga. Los centrocampistas intentaban enviar balones en largo a los puntas Raducioiu y Lardín, que creaban muchísimo peligro a la contra.
Gracias a una de esas contras llegó el primer gol del partido y que hacía justo merecedor a un Espanyol que estaba jugando mejor que el Albacete. Rápidamente, y al encajar el tanto, Floro pidió desde el banquillo que sus futbolistas jugaran por las bandas e intentaran mandar todos los balones posibles a su único punta, el joven delantero Fernando Morientes.
En la segunda mitad cambié la decoración y el Albacete tuvo casi siempre un dominio territorial sobre el césped y sus centrocampistas, encabezados por el uruguayo José Luis Zalazar, estuvieron mucho más entonados que en los primeros 45 minutos. El mejor jugador local, el ya mencionado Morientes, puso el empate en el marcador.
A partir del gol de Morientes las cosas empezaron a igualarse y los dos equipos jugaron de la misma forma. Camacho, desde su banquillo, no paró de gritar porque veía que el gol de los de Floro podía llegar en cualquier momento.