Tribuna:

Los lectores piden más y mejor información científica

Aunque a algunos les pueda costar creérselo, las preocupaciones y sugerencias más frecuentes que recibe el Defensor del Lector no suelen ser sólo sobre temas políticos, sino también sobre otros problemas muy variados: fundamentalmente sobre cuestiones de ética periodística, exigencias de mayor rigor informativo, interés por la noticia y, muy concretamente, por las novedades científicas. Óscar Bailo Goiricelaya, de Bilbao, analiza, por ejemplo, en una larga carta, la información que EL PAÍS ofrece de dichos temas, en parte criticándola y en parte pidiendo para ella mayor espacio y una forma dis...

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Aunque a algunos les pueda costar creérselo, las preocupaciones y sugerencias más frecuentes que recibe el Defensor del Lector no suelen ser sólo sobre temas políticos, sino también sobre otros problemas muy variados: fundamentalmente sobre cuestiones de ética periodística, exigencias de mayor rigor informativo, interés por la noticia y, muy concretamente, por las novedades científicas. Óscar Bailo Goiricelaya, de Bilbao, analiza, por ejemplo, en una larga carta, la información que EL PAÍS ofrece de dichos temas, en parte criticándola y en parte pidiendo para ella mayor espacio y una forma distinta de enfocarla.En ello coincide con otros lectores -muchos de ellos de Cataluña- que se interesan también mucho por la información acerca de la salud y de la medicina en general.

Las críticas se concentran fundamentalmente en la "falta de rigor en algunos títulos", que consideran demasiado espectaculares y que pueden acabar siendo tendenciosos, sobre todo en materia médica, como escribió Coxita Leal, de Barcelona. A Óscar Bailo le gustaría también "una mayor precisión en expresiones y términos científicos utilizados tanto por los autores de los artículos como por los científicos entrevistados", para hacer más comprensibles las informaciones. Y a este respecto sugiere que el mismo periódico incluya un "pequeño diccionario" de la media docena de términos más peliagudos que puedan aparecer en cada texto.

El lector de Bilbao piensa que los medios de comunicación, y especialmente los escritos, son en buena parte culpables de la "incultura científica del conjunto de la población española". Y añade: "Claro que EL PAÍS no podrá ser acusado de fomentar dicha incultura: son muchos años de publicación semanal del suplemento Futuro, además de una repetida presencia de noticias científicas en sus páginas de Sociedad". Pero, aun así, el lector piensa que "aún se puede hacer más", sobre todo porque cree que en el futuro inmediato el interés de la opinión pública se irá desviando hacia el mundo científico.

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El Defensor del Lector ha pedido su parecer a Malén Aznárez, redactora jefa de Sociedad, y a Cayetano López, catedrático de Física de la Universidad Autónoma de Madrid, miembro del Consejo Editorial y colaborador de EL PAÍS, sobre estas críticas y sugerencias de los lectores.

Malén Aznárez ha respondido así: "Al igual que nuestros lectores interesados en la información científica o de salud, lamento, y mucho, como responsable de la misma, que las posibilidades de una mayor presencia de estos temas nos vengan muy condicionadas por el espacio que se nos adjudica, y quizás, todo hay que decirlo, por la todavía escasa sensibilidad general que suscitan estos temas en los propios medios, unida a su falta de tradición en la prensa española, a diferencia de la anglosajona, donde son habitualmente objeto de sus primeras páginas. Al igual que el señor Goiricelaya, creo que 'aún podemos hacer más', y que en ello, coinciden no pocos lectores, sobre todo jóvenes, porque los temas de más actualidad no son en absoluto lejanos o simplemente 'fascinantes', sino que están condicionando el presente, como la investigación relativa al cambio climático, la conservación del medio ambiente, las nuevas fuentes de energía, sin olvidar la genética y su repercusión en el tratamiento de enfermedades".

Y añade: "En esta batalla en la que nos encontramos -por ganar espacio, rigor y presencia paira esta información, en la que creo que ha sido pionero EL PAíS-, nos debatimos siempre entre la exigencia purista del es pecialista o investigador -que analiza la información con rigor de entomólogo y que casi siempre acaba encontrando ti tulares poco rigurosos, cuando no sensacionalistas- y el deseo de aquellos lectores generales, curiosos y seguidores de estos temas que lo que desean es una mayor divulgación en los términos más cercanos al lenguaje y expresiones habituales. Entre estos dos deseos procuramos movernos".

Por su parte, Cayetano López piensa que los que escriben de ciencia sí son conscientes de que tienen que hacerlo "en un lenguaje asequible al público no especializado", aunque añade: "Otra cosa es que eso se consiga siempre".

Para el catedrático de Física existe un déficit generalizado de información y de opinión sobre temas científicos en la mayoría de los diarios, seguramente porque el público lector no lo considera interesante". Y añade: "EL PAÍS da a los temas científicos una importancia mayor que otros diarios, aunque, como dicen los lectores, siempre es posible mejorar, tanto en el tratamiento ordinario de las noticias científicas como en los suplementos".

Según Cayetano López, los medios de comunicación "deberían hacer un esfuerzo en incorporar estos temas cotidianamente, más allá de los conflictos de cada día, para contribuir a que sus lectores sean cada día más cultos y más inteligentes".

Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector o telefonearle al número (91) 337 78 36.

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