"Maté a 900 personas espero que me ejecuten"

Una densa atmósfera de muerte fue el marco en el que se desarrolló en Kigali la primera vista por el furor genocida que se desató en Ruanda hace ayer un año y se llevó por delante un millón de vidas. La idea de la muerte rondaba a acusados y testigos. "Voy a ser acusado de genocidio, y es verdad, maté a 900 personas, y espero que me ejecuten", dijo uno de los siete hutus que se sentaron en el banquillo. "Con un juez tutsi, ya me doy por muerto", aseguraba otro de los acusados.Centenares de personas se agolpaban en el lugar en espera de venganza: "Todos éstos tienen que ser ajusticiados en públ...

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Una densa atmósfera de muerte fue el marco en el que se desarrolló en Kigali la primera vista por el furor genocida que se desató en Ruanda hace ayer un año y se llevó por delante un millón de vidas. La idea de la muerte rondaba a acusados y testigos. "Voy a ser acusado de genocidio, y es verdad, maté a 900 personas, y espero que me ejecuten", dijo uno de los siete hutus que se sentaron en el banquillo. "Con un juez tutsi, ya me doy por muerto", aseguraba otro de los acusados.Centenares de personas se agolpaban en el lugar en espera de venganza: "Todos éstos tienen que ser ajusticiados en público si son condenados".

La vista se retrasó siete horas, duró 45 minutos y fue suspendida indefinidamente.

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