El ministro de Defensa ruso se deshace de su 'número dos'

El general Pável Grachov ha obtenido una nueva victoria al conseguir deshacerse de uno de sus principales opositores, Borís Grómov , que ha sido destituido como viceministro de Defensa. Sin embargo, Grómov ha obtenido el mismo rango en el Ministerio de Exteriores, donde ahora es experto militar.Esta operación del presidente ruso, Borís Yeltsin, demuestra que, de una parte, no puede dejar de recompensar al ministro de Defensa, Pável Grachov, por la campaña chechena y, de otra, que no desea enemistarse con el legendario general Grómov, el más popular en las Fuerzas Armadas.

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El general Pável Grachov ha obtenido una nueva victoria al conseguir deshacerse de uno de sus principales opositores, Borís Grómov , que ha sido destituido como viceministro de Defensa. Sin embargo, Grómov ha obtenido el mismo rango en el Ministerio de Exteriores, donde ahora es experto militar.Esta operación del presidente ruso, Borís Yeltsin, demuestra que, de una parte, no puede dejar de recompensar al ministro de Defensa, Pável Grachov, por la campaña chechena y, de otra, que no desea enemistarse con el legendario general Grómov, el más popular en las Fuerzas Armadas.

Grachov continuó ayer su purga dentro del Ministerio de Defensa, liberándose de su más peligroso opositor. El general Grómov, famoso por haber comandado la retirada de las tropas soviéticas de Afganistán, últimamente había desafiado públicamente la autoridad de Grachov -cuya popularidad en el Ejército es bajísima, según las encuestas-, sobre todo después de que Moscú apostó por una solución de fuerza del problema checheno.

Grómov se dio el lujo de enviar un telegrama al líder rebelde, Dzhojar Dudáiev, en el que le pedía que liberara a los soldados que habían sido hecho prisioneros durante el asalto a Grozni que a fines de noviembre lanzó la oposición con ayuda de los tanques rusos, y lo calificaba de "valiente y justo general". Después, Grómov criticó duramente la decisión de enviar tropas a Chechenia por considerar que el Ejército no debe ser utilizado para resolver problemas internos.

La noticia del cese de Grómov la dio ayer la radio Eco de Moscú y fue confirmada tanto en el Ministerio de Defensa como en el de Exteriores por personas que han visto el decreto ya firmado, aunque aún no ha sido publicado. Grachov, cuya caída muchos observadores pronosticaban hace un mes, había conseguido desembarazarse ya de Gueorgui Kondrátiev, otro viceministro crítico de la campaña chechena.

En otro orden de cosas, Alexandr YákovIev, el arquitecto de la glásnost o transparencia informativa durante la perestroika de Mijail Gorbachov, renunció ayer a la presidencia de la compañía de radiotelevisión estatal Ostánkino. "Dejo el puesto porque no puedo seguir trabajando con demagogos", declaró ayer tras una agitada reunión con los periodistas de la compañía.

Según YákovIev, quienes trabajan en Ostánkino "a menudo tratan de justificar su falta de creatividad dedicándose a criticar los programas de las televisiones independientes, sin ser capaces de contraponerles programas propios". "Esta gente no desea una competencia creativa, sólo quiere repartirse los medios presupuestarios y ganar dinero con la publicidaC, acusó.

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YákovIev, quien recientemente fundó un partido socialdemócrata apoyado por Yeltsin, señaló que también piensa dejar su puesto de presidente del Servicio Federal de Radiotelevisión y concentrar sus esfuerzos en la creación de la Televisión Pública Rusa (TPR), donde preside el consejo de directores. VIadislav Lístiev, el popular periodista asesinado recientemente, era director general de la TPR.

Este nuevo canal comenzará sus emisiones el próximo primero de abril, aseguró YákovIev. Sin embargo, los periodistas de Ostánkino tratarán de impedirlo.

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