Los socialistas flamencos admiten haber cometido faltas en el 'caso Agusta'

El presidente de los socialistas flamencos (SP) y ex ministro del Interior, Louis Tobback, ha enviado una carta a los 90.000 afiliados de su partido en el que reconoce "que se han cometido faltas". Con esta misiva, redactada en el tono de una confesión sincera, Tobback intenta contrarrestar los efectos negativos del caso Agusta ante las próximas elecciones. Este escándalo también salpica al actual secretario general de la OTAN, Willy Claes, que en 1989 ostentaba una cartera como ministro socialista en el Gobierno que tomó la decisión de comprar los 46 helicópteros de la empresa italiana...

El presidente de los socialistas flamencos (SP) y ex ministro del Interior, Louis Tobback, ha enviado una carta a los 90.000 afiliados de su partido en el que reconoce "que se han cometido faltas". Con esta misiva, redactada en el tono de una confesión sincera, Tobback intenta contrarrestar los efectos negativos del caso Agusta ante las próximas elecciones. Este escándalo también salpica al actual secretario general de la OTAN, Willy Claes, que en 1989 ostentaba una cartera como ministro socialista en el Gobierno que tomó la decisión de comprar los 46 helicópteros de la empresa italiana.Las últimas revelaciones sobre el caso Agusta proceden de Guido Triest, responsable de las finanzas del SP junto al encarcelado Etienne Mangé. El ex contable del partido socialista ha reconocido ante los investigadores que entre 1988 y 1989 "la totalidad de las cuentas del SP estaban falseadas". La decisión de comprar los helicópteros italianos fue aprobada por el Gobierno en 1989.

Ante esta declaración, Tobback considera que el partido "ha sido engañado por quienes tenían que montar guardia en torno a nuestras finanzas". El actual presidente del SP reconoce: "Estoy pasando por las semanas más dificiles y más negras de mi vida política". Tobback, al igual que Claes, se niega a dimitir.

Por otra parte, la empresa aeronáutica Dassault, ha negado rotundamente la entrega de una comisión al SP de 60 millones de francos franceses (1.500 millones de pesetas) para conseguir el contrato, también en 1989, de modernización de los F-16 y Mirage de las fuerzas aéreas belgas.