Tribuna:

Todo o nada

La Bolsa española soportó ayer un alto grado de volatilidad al verse empujada por todos los cambios de situación de los mercados, que no fueron pocos, primero fue la incertidumbre en el mercado de divisas que tuvo en la repetición de tipos de interés por parte del Bundesbank un importante factor de aceleración. El dólar se vino abajo al confirmar el banco alemán su disposición a que todo siga como está y la pesetas se vio involucrada. La Bolsa respondió con un recorte de hasta 3,22 puntos, que situaba al índice por debajo del anterior mínimo anual, ante el miedo de los inversores a quedar enre...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La Bolsa española soportó ayer un alto grado de volatilidad al verse empujada por todos los cambios de situación de los mercados, que no fueron pocos, primero fue la incertidumbre en el mercado de divisas que tuvo en la repetición de tipos de interés por parte del Bundesbank un importante factor de aceleración. El dólar se vino abajo al confirmar el banco alemán su disposición a que todo siga como está y la pesetas se vio involucrada. La Bolsa respondió con un recorte de hasta 3,22 puntos, que situaba al índice por debajo del anterior mínimo anual, ante el miedo de los inversores a quedar enredados en medio de otro conflicto. La inflación de febrero en EE UU creció un 0,3%, la cifra que esperaban los analistas, con lo que la Bolsa abrió al alza y provocó entre los inversores españoles un sentimiento contrario al de la mañana, el temor a quedar fuera de un posible tirón del mercado, con lo que la toma de posiciones comenzó de nuevo y forzó una subida de dos puntos en el índice, el 0,75%. El mercado efectuó así un recorrido del 1,95% entre su peor y mejor nivel del día, un dato que conviene tener en cuenta a la hora de evaluar la consistencia de los planteamientos. El Ibex 35 subió un 1,08%.

Archivado En