Entrevista:

"En el centro, los viejos escupen y los jóvenes dejan la cerveza"

Vive en el centro de la ciudad con su hijo Miguel; su marido, el escritor Antonio Muñoz Molina, y dos perros. Manolito Gafotas no vive con ellos, reside en Carabanchel Alto. Allí ha situado Elvira Lindo (Cádiz, 1962) a un personaje infantil que surgió hace años a partir de unos guiones de radio y que después se ha convertido en el protagonista de su primera novela infantil. Manolito Gafotas es un niño normalucho, ni buen estudiante ni buen deportista. Estos días vuelve a las librerías después de haberse agotado la primera edición. Las aventuras de Manolito, para niños a partir de 12 año...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Vive en el centro de la ciudad con su hijo Miguel; su marido, el escritor Antonio Muñoz Molina, y dos perros. Manolito Gafotas no vive con ellos, reside en Carabanchel Alto. Allí ha situado Elvira Lindo (Cádiz, 1962) a un personaje infantil que surgió hace años a partir de unos guiones de radio y que después se ha convertido en el protagonista de su primera novela infantil. Manolito Gafotas es un niño normalucho, ni buen estudiante ni buen deportista. Estos días vuelve a las librerías después de haberse agotado la primera edición. Las aventuras de Manolito, para niños a partir de 12 años y adultos en general, son típicamente urbanas, es decir, las trastadas están más cerca de una manifestación en plena Gran Vía que de esconderse en un tortuoso cobertizo.

Pregunta. ¿Por qué eligió Carabanchel Alto para desarrollar su novela?

Respuesta. Quería que el protagonista fuera un niño en un barrio periférico de una gran ciudad. Carabanchel no lo conocía mucho, y eso me hacía más fácil inventar; además, me gusta cómo suena el nombre, y lo de Carabanchel Alto y Bajo, y que está cerca del río. Es una de las zonas más castizas, a pesar de estar en la periferia.

P. Después de venir de Cádiz, se crió en Moratalaz, vive en el centro y se inspira con Carabanchel. ¿Se siente madrileña?

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

R. Sí, yo soy madrileña desde los 12 años. Recuerdo perfectamente todos los años que viví en Moratalaz. Al ser entonces un barrio de las afueras, tenía el encanto de las cuestas, los barrizales y los descampados. Disfrutábamos de más libertad que los chavales de hoy. Y ahora, en el centro, estoy muy bien, me gusta sentir el ruido de la gente y conocer a los vecinos.

P. No es de las que tienen mitificada la urbanización a las afueras...

R. ¡No! Tuve una experiencia con una cooperativa y me retiré, porque al final sólo existe convivencia entre gente de un mismo nivel social, y esto me parece hasta peligroso.

P. ¿Y qué tal la limpieza en las calles? Decía que tiene dos perros, ¿cumple con sus obligaciones?

R. Sí, llevo la bolsita y esas cosas; lo hago lo mejor que puedo, porque considero que es necesario y además no cuesta nada. El centro está sucio, muy sucio. Los jóvenes dejan las cervezas, los perros las cacas y los viejos escupen. La gente es guarra, pero al Ayuntamiento tampoco le interesa mucho.

P. Antonio M. Molina, su marido, es su primer lector, ¿juega con ventaja?

R. No sé si es jugar con ventaja. A mí, lo que más me gusta de compartir mi vida, y mi trabajo con él no es ser yo su primera lectora. Mi gran suerte es acceder antes que nadie a lo suyo.

Manolito Gafotas. Editorial Alfaguara. 795 pesetas.

Archivado En